Durante una conferencia de prensa de la próxima película de la franquicia de The Conjuring, The Devil Made Me Do It, los actores principales de la saga Patrick Wilson y Vera Farmiga (Ed y Lorraine Warren) estuvieron hablando de algunas de las claves del éxito de las películas y sus interpretaciones, destacando la historia de amor que tienen los Warren, asegurando también que eso es lo que les permite regresar.
“Son (una) personificación del amor. Es una historia de amor para mí”, dijo Farmiga. “Es más una historia de amor que una historia de terror para mí, y eso es lo que la hace tan única y exitosa, y es por eso que disfruto regresar. Creo que ese mensaje de amor, no solo los Warrens el uno para el otro, sino por el trabajo que hacen y por las personas a las que ayudan, ese desinterés, esa compasión, esa encarnación del amor es realmente, realmente algo Santo y especial, y eso lo hace digerible y hermoso”.
Wilson estuvo de acuerdo y señaló que las conversaciones que tuvo con el cineasta James Wan sobre la primera película y las posteriores serían con sus personajes como una línea directa.
“Eso es algo que nos diferencia de otras franquicias de terror”, dijo Wilson. “Estás siguiendo a los buenos en todo momento, en lugar del villano”.
El vínculo entre los dos será importante para la película más reciente, que según Wilson tiene “algunos de los momentos más oscuros del universo”, pero esos ritmos oscuros siempre serán respondidos con amor.
Wilson agrega: “Tuviste con el momento de Elvis, el segundo, o nosotros bailando al final del segundo, tienes esos momentos en esto de este profundo romance profundo, porque tampoco llegamos a la mitad. Si vas a tener estos aterradores sustos, entonces queremos tener los momentos de amor más llenos que puedas, porque se vuelve muy operístico”.