El nuevo filme de la directora belga Cato Kusters, “Julian”, narra la extraordinaria travesía de una pareja que busca visibilizar la igualdad matrimonial a nivel global. Inspirada en las memorias de Fleur Pierets, la película sigue a Pierets (interpretada por Nina Meurisse) y Julian P. Boom (Laurence Roothooft), una pareja lesbiana que, en 2017, decide celebrar bodas en todos los países donde el matrimonio igualitario es legal, en lo que llamaron el “Proyecto 22”. Sin embargo, la alegría de su misión se ve empañada cuando Julian enfrenta una enfermedad terminal, transformando la historia en un relato profundo y emotivo.
Kusters, en su debut como directora de largometraje, emplea una narrativa no lineal que alterna momentos de euforia y tristeza, reflejando la intensidad de la relación de la pareja. Según la directora, la película busca equilibrar la felicidad de su activismo con el drama de la enfermedad de Julian, logrando que cada emoción potencie a la otra. Este enfoque estructural permite que el espectador experimente tanto el entusiasmo por su misión como la inevitabilidad de la tragedia, haciendo de “Julian” un relato conmovedor y memorable.
El filme se estrenará en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) el próximo 5 de septiembre y será distribuido internacionalmente por The Match Factory. Más allá de contar una historia de amor, la película refleja un momento crucial en la lucha por los derechos LGBTQ+, documentando cuántos países habían legalizado el matrimonio igualitario en 2017 frente a los avances hasta 2025. Esto convierte a “Julian” en un testimonio histórico y un recordatorio de los desafíos que aún enfrenta la comunidad queer a nivel mundial.
La historia de Fleur y Julian no solo destaca por su activismo, sino también por la fuerza de su amor frente a la adversidad. El relato deja claro que, aunque la película documente un momento específico en la historia del matrimonio igualitario, su mensaje de esperanza, resiliencia y lucha por la igualdad es universal y atemporal.