El actor del momento, Glen Powell, se ha vuelto viral una vez más, pero esta vez no es por una película. Una nueva y audaz sesión de fotos para la portada de la revista GQ ha inundado las redes sociales, mostrando al actor en una serie de imágenes coloridas y juguetonas que desafían la imagen del galán de Hollywood tradicional. Sin embargo, la entrevista que acompaña a las fotos revela una profunda y honesta reflexión sobre su carrera, la masculinidad y el largo y a menudo difícil camino que recorrió para llegar al estrellato.

En la extensa charla, Powell, de 36 años, explora su particular marca como actor, una que mezcla una “competencia masculina a la antigua” con una sorprendente vulnerabilidad. El actor compartió una historia sobre su tío Billy, quien una vez le dio una paliza a un hombre por molestar a su hermano menor y, mientras lo hacía, le preguntaba “¿Por qué me obligaste a hacer esto?”, para luego largarse a llorar. Powell se siente fascinado por esos momentos en que la confianza se quiebra y la vulnerabilidad emerge. “Creo que la vulnerabilidad es el mayor sentido de la masculinidad”, afirma.
Powell relata que durante años no encajaba en el molde de Hollywood, que en la década de 2010 prefería a protagonistas “melancólicos y oscuros” al estilo de Robert Pattinson. El actor, un ex jugador de fútbol americano de Texas, no conseguía papeles más allá del “atleta o el chico de fraternidad”. Su golpe de suerte inicial, conseguir un papel en “Los Indestructibles 3”, llegó de la forma más insólita: le escribió una carta a Sylvester Stallone detallando cómo había crecido “con un arma en la mano” y aprendiendo a pelear con sus tíos. La carta funcionó.


Sin embargo, el camino no fue fácil. Tras ser descubierto por Denzel Washington y mudarse a Los Ángeles, su agente falleció, dejándolo solo y a la deriva. Fue entonces cuando Tom Cruise se convirtió en un mentor clave. Powell inicialmente había rechazado el papel de “Hangman” en “Top Gun: Maverick” por considerarlo pequeño, pero fue Cruise quien lo convenció. Su relación es tan cercana que Powell recuerda con humor cómo Cruise se burló de su café con hongos en el set, diciéndole: “Parece que estás bebiendo una muestra de heces”. Pero más allá de las bromas, fue Cruise quien le enseñó a pensar como un “atleta de alto rendimiento” y le dio el consejo más importante para lidiar con la fama: “Se va a poner muy, muy ruidoso. Tu trabajo es simplemente bajar el volumen”.
En este otoño estadounidense, los fanáticos podrán ver a Powell en su máximo esplendor. Protagonizará la serie de comedia de Hulu, “Chad Powers”, sobre un mariscal de campo en desgracia, y el esperado film de acción “The Running Man”, del director Edgar Wright. Sobre este último, cuenta que, con la guía de Cruise, entrenó para convertirse en un “tanque” y un “arma”. Tras años de luchar por un lugar, Glen Powell ha demostrado que su mezcla única de carisma, físico y sensibilidad es exactamente lo que Hollywood y el público estaban esperando.

