El actor australiano Joel Edgerton fue homenajeado en el Festival de Cine Americano de Deauville, donde recibió el prestigioso Talent Award. La entrega estuvo a cargo de la actriz franco-iraní Golshifteh Farahani, presidenta de la 51ª edición del certamen, con quien compartió pantalla en Exodus: Gods and Kings de Ridley Scott. Además, Edgerton aprovechó su visita para presentar junto al director Chris Bentley el estreno francés de Train Dreams, el nuevo drama de Netflix en el que comparte protagonismo con Felicity Jones.
En un emotivo discurso, el intérprete recordó su infancia en los suburbios rurales de Sídney y cómo el cine lo marcó desde pequeño. “Crecí muy lejos de aquí… al otro lado del mundo y rara vez viajaba hasta mi adolescencia. Pero las películas de todo el mundo viajaban hacia mí”, expresó. También destacó que, cuando era niño, los filmes fueron una vía de escape, y con el tiempo comprendió cómo el séptimo arte también refleja la vida real: “Sospecho que lo mejor de las películas que capturaron mi imaginación de niño hacían ambas cosas: transportar y reflejar.”
Con gran humildad, Edgerton confesó: “Nunca me consideré talentoso” y añadió que siempre se ha visto como “uno de los afortunados.” Explicó que se siente privilegiado por amar profundamente su trabajo como actor, escritor y, en ocasiones, director: “Comparto este honor con las personas extraordinarias con las que he tenido la suerte de trabajar, de quienes he aprendido y que me han desafiado.”
El actor también subrayó el valor de los festivales de cine en un mundo cada vez más dividido, afirmando que son esenciales porque “celebran una conexión de culturas” y porque el cine “une a las personas a través de culturas, océanos y lenguajes.” Más temprano, inauguró su propia cabaña en la tradicional Promenade des Planches de Deauville, un reconocimiento reservado a los grandes invitados del certamen.