Review de ‘Espejos Nº. 3’ por @javiercarrizo_cine
25º FESTIVAL DE CINE ALEMÁN
El ganador por Bárbara (2012) a Mejor Director en la Berlinale, vuelve luego de dos años. El gran artista contemporáneo y director de Yella (2007), Undine (2020) y Cielo rojo (2023), entre otras grandiosas películas, regresa al Festival de Cine Alemán (en concepto de preestreno de su nuevo film que tendrá su espacio en la cartelera nacional), para demostrar una vez más que como nadie, tiene la cualidad de llevar al extremo las capacidades expresivas de sus personajes.
La exhibida en Quincena de Cineastas del Festival de Cannes, cuenta otra vez entre sus filas a la actual actriz fetiche de Petzold, Paula Beer (la anterior fue Nina Hoss), en una obra que no abandona ninguno de los recursos del concepto elaborado por su autor desde hace décadas. La comedia dramática se hace intensa y expectante al ritmo que los personajes dejan a la interpretación del espectador, dimes y diretes que son parte de la historia. Ese espacio que existe entre les interpretantes, integra al testigo para que éste dé cuenta de lo que verbalmente no se menciona en la narración.
En la ocasión, Laura (Paula Beer), es una joven estudiante de piano que sobrevive a un accidente automovilístico que termina con la vida de su novio. Allí la recoge Betty (Bárbara Auer), quien finalmente la recibe en su casa, para sorpresa de su marido y de su hijo, y de los vecinos de la campiña alemana. Todo marcha bien hasta que Laura advierte lo contrario. Temas como el duelo, el trauma y la sustitución de la identidad, se hacen presentes en un sistema en el que el espejo sugiere la duplicidad que promueve el asunto que subyace en el seno de esa familia.
Los choques, estruendos repentinos o sucesos que movilizan la calma, son parte nuevamente del universo del director, quien traza una falsa serenidad como pieza inclaudicable de un estilo único, que cautiva la percepción de la agradecida cinefilia.