La industria cinematográfica israelí atraviesa días turbulentos luego de que Ariel Bronz, protagonista de la película Yes de Nadav Lapid, fuera detenido por la policía tras publicar un poema considerado provocador en Facebook hace dos meses. La detención ocurrió apenas unas horas después de la ceremonia de los Premios Ophir, donde The Sea, un filme sobre un niño palestino de Cisjordania, ganó el premio a Mejor Película y desató críticas del ministro de Cultura, Miki Zohar. Bronz relató que agentes del “cyber unit” llegaron a su departamento en Tel Aviv a las 4 a.m. y lo trasladaron para interrogatorio por supuesta incitación a actos de terrorismo.
“Parte del acuerdo que me permitió salir de custodia fue borrar este poema de internet, de mi computadora personal y de mi libro”, afirmó Bronz. La policía le advirtió que, de reenviar el poema, tendría que pagar 10,000 shekels. El actor, conocido como artista subversivo, aseguró que esta no era su primera confrontación con las autoridades y señaló que la detención podría estar motivada por la incomodidad del gobierno de derecha tras la victoria de un filme sobre Palestina en los Ophir Awards.
Mientras tanto, el ministro Zohar anunció la creación de una ceremonia oficial estatal de premios de cine israelí, como alternativa respaldada por el gobierno a los Ophir. Según Zohar, la Academia de Cine y Televisión de Israel no representa al público mayoritario y, en cambio, sirve como plataforma de voces extremistas que, a su juicio, dañan el tejido social. La entrega de los Ophir se vio marcada por la protesta de los artistas: varios ganadores portaron camisetas negras con mensajes anti-guerra y fotografías de rehenes, exigiendo al gobierno el fin del conflicto en Gaza.
A pesar de las tensiones internas y las amenazas de boicot internacional, Bronz destacó que el cine sigue siendo un espacio de colaboración pacífica entre israelíes y palestinos. “Es bastante asombroso. Es como una utopía o un mundo imaginario donde puede existir la paz”, dijo.