[REVIEW] ‘Tron: Ares’ (2025)

Review de ‘Tron: Ares‘ por @Ninaenwonderland

La experiencia de ver Tron: Ares en el cine es completamente épica, de la forma más humanamente posible.

Será una película que se hizo desear y esperar, una franquicia que tuvo sus momentos duros y fue erróneamente juzgada, pero agradezco cada segundo que tuvimos que esperar para esta película porque lo bueno lleva tiempo cuando está hecho con amor, y esta película tiene mucho amor encima.
Un cuidado y balance excelente entre visuales increíbles, banda sonora impactante, el elenco perfecto y una historia que trasciende.

En esta entrega, el mundo digital se traslada al mundo real con Ares (Jared Leto), un programa que busca revolucionar a la humanidad, conectándola de forma muy cercana a la inteligencia artificial. Lo que busca es la “permanencia”, o sea, poder existir en el plano real sin tener los minutos contados, ya que antes de llegar a los 30 minutos en el mundo humano, los programas se apagan y vuelven al mundo digital. Se desarrolla la clásica guerra fría entre ENCOM y Dillinger, por ver quién lo descubre antes.

La película es muy honesta, con un guion precioso y sincero; no busca descollar y quizás podría calificarse como predecible por momentos, pero no podría criticarlo de ninguna manera porque cada decisión es perfecta para el desarrollo de cada personaje y para demostrar, una vez más, cómo la ciencia ficción está siempre trascendida por lo humano.

Ares es un programa que está tan bien hecho que logra tener características humanas, como el humor, como la emoción o la empatía. Está programado con un fin, pero eso no le quita la oportunidad de encontrar un nuevo propósito, como cualquier humano.

Y si bien podría decirse que es una historia que ya ha sido contada yo celebro la forma en la cual la cuentan. Las sutilezas, la química que genera Jared Leto cada vez que está en pantalla con Greta Lee, la forma cómica y a la vez hermosa de describir un sentimiento profundo utilizando una canción de Depeche Mode, el traspaso de Frankenstein a la historia, volviendo a Ares una especie de “Frankenstein Digital”. Sus aciertos están en las pequeñas cosas que hacen a la película una experiencia enorme e increíble. 

Además de la cantidad de tributos a las entregas anteriores, con un amor tan grande a ese pasado que estará trastabillado pero ahora rompe su profecía. Apela a la nostalgia haciéndole justicia de la mejor manera posible mientras al mismo tiempo abre las posibilidades de expandir el mundo.

Tron: Legacy salió en 2010, y si bien yo no llegué a la saga hasta hace poquito, la cantidad de gente que creció a la par mío que me ha dicho lo fanática que es de esta saga desde chicos, me alegra que tengan este halo de esperanza, de que tiene un presente y probablemente un futuro muy bueno.