Skye Borgman continúa consolidándose como una de las figuras más destacadas del documental true crime en Netflix

La directora Skye Borgman continúa consolidándose como una de las figuras más destacadas del documental true crime y realidad televisiva en Netflix, con tres estrenos recientes que han generado conversación global. Tras firmar un acuerdo de tres años con la plataforma, Borgman lanzó en 2025 “Fit for TV: The Reality of The Biggest Loser”, “Unknown Number: The High School Catfish” y “My Father, the BTK Killer”, sumando a su ya reconocida obra “Abducted In Plain Sight” (2017). La cineasta explica que la fascinación por lo confuso y desconcertante de cada historia es lo que la motiva: “Si es una historia que me confunde, me interesa inmediatamente porque quiero entender el porqué o cómo”.

“Unknown Number”, que explora la historia de Kendra Licari, una madre que acosó a su hija adolescente y su novio mediante mensajes abusivos, alcanzó rápidamente el Top 10 global de Netflix. Borgman reconoce que la reacción del público y la viralización en redes sociales superaron sus expectativas: “Sabía que el documental tocaría fibras porque, ¿cómo no lo haría? Pero no imaginé cuánta atención generaría”. La participación de Licari ha sido objeto de memes y comentarios virales, aunque la cineasta señala que la madre no se ha comunicado con ella tras el estreno.

El más reciente estreno, “My Father, the BTK Killer”, presenta la historia de Dennis Rader, asesino en serie de Kansas, desde la perspectiva de su hija Kerri Rawson. La cinta combina entrevistas con investigadores y reflexiones personales de Rawson sobre su relación con su padre antes y después de su arresto, aportando un enfoque íntimo y psicológico sobre el impacto familiar de los crímenes. Borgman se inspiró en el libro de Rawson, “A Serial Killer’s Daughter: My Story of Faith, Love and Overcoming” (2019), y buscó explorar una narrativa inédita: “Un documental sobre lo que significa ser hija de un asesino en serie, algo que nunca antes había visto”.

Borgman señala que este tipo de proyectos no solo muestran hechos impactantes, sino que también permiten reflexionar sobre la resiliencia y el proceso de sanación de quienes viven situaciones extremas. Con tres documentales de gran alcance en tan pocas semanas, la directora reafirma su capacidad para captar audiencias globales y transformar historias perturbadoras en relatos profundamente humanos que generan debate y empatía.