Ya disponible en Amazon Prime, el documental sostiene que los Fenómenos Anómalos No Identificados (UAP, por sus siglas en inglés), antes llamados OVNIs, han visitado la Tierra durante décadas y que el gobierno de Estados Unidos lo sabe. Al menos, esa es la tesis del recientemente estrenado The Age of Disclosure.
En este documental independiente de 110 minutos, el director Dan Farah y el productor ejecutivo —y exfuncionario del Pentágono— Luis Elizondo presentan de manera meticulosa una serie de argumentos que buscan respaldar esa afirmación. Farah, en su debut como director de largometrajes, pasó tres años realizando la película en secreto y entrevistando a personas con “conocimiento directo” del trabajo del gobierno con respecto a los UAP.
Para evitar que el film fuera descartado como un simple material conspirativo, Farah incluyó entrevistas con más de 30 funcionarios del gobierno estadounidense, entre ellos figuras políticas de alto nivel tanto demócratas (como la senadora Kirsten Gillibrand) como republicanas (como el secretario de Estado Marco Rubio), además de miembros de las Fuerzas Armadas y de la comunidad de inteligencia. Todos coinciden en su mensaje: no estamos solos en el universo.
El documental también muestra fragmentos de audiencias del Congreso sobre los UAP y subraya que existe un fuerte respaldo bipartidista al propuesto UAP Disclosure Act. Farah incluso afirma que Donald Trump, o el presidente que lo suceda, podría generar un impacto histórico si decide revelar lo que él asegura que es la verdad.
“Creo que es solo cuestión de tiempo antes de que el lanzamiento de esta película sea seguido por un presidente que suba al podio y le diga al mundo: ‘No estamos solos en el universo’”, dijo Farah a Entertainment Weekly. “Sería el momento más significativo al que un líder podría aspirar”.
Una de las voces claves del documental es Jay Stratton, exoficial de la Agencia de Inteligencia de Defensa y director del Grupo de Trabajo sobre UAP del gobierno. “He visto, con mis propios ojos, naves no humanas y seres no humanos”, asegura en la película.
A continuación, las ocho afirmaciones principales que presenta The Age of Disclosure:
1. Vehículos de otro mundo
La película sostiene que existen naves transmedio —capaces de operar en el espacio, el aire y el agua— que desafían todas las leyes conocidas de la física y que han sido observadas actuando libremente en el planeta desde al menos la década de 1940.
2. Una carrera tecnológica internacional
Según el documental, desde los años 40 existe una especie de “carrera armamentista” entre Estados Unidos, Rusia y China, impulsada por la supuesta recuperación de UAP accidentados. El objetivo sería descifrar y retroingenierizar la tecnología extraterrestre. Stratton afirma: “No podés contarles a tus aliados sin contárselo también a tus enemigos”.
3. La FAA debe involucrarse
Para el film, la seguridad aérea está en riesgo si la Administración Federal de Aviación no registra ni analiza los avistamientos de UAP. Desde el 22 de octubre, la FAA exige que el control de tráfico aéreo reporte cualquier observación o informe de pilotos sobre actividad UAP a los equipos de Seguridad Táctica Nacional.
4. ¿Refugio en las profundidades del océano?
Entrevistados en el documental sostienen que, si alguna inteligencia no humana quisiera llegar a la Tierra sin ser detectada, la zona más probable para ocultarse sería el océano profundo, un territorio casi inexplorado por la humanidad.
5. Naves gigantes
Se describen UAP del tamaño de estadios de fútbol capaces de viajar a más de 30.000 millas por hora, e incluso de superar las 40.000 mph, pasando de cero a miles en menos de un segundo.
6. ¡Humanoides! ¡Aliens!
El film afirma que la Unión Soviética recuperó en 1989 cuatro cuerpos humanoides extraterrestres de un sitio de choque, junto con un arma de energía dirigida avanzada.
7. Potencial para el bien o para el mal
El documental compara el impacto potencial de la tecnología UAP con el de la inteligencia artificial: podría revolucionar la humanidad —por ejemplo, proporcionando una fuente de energía limpia— o podría resultar catastrófica si se usa con fines destructivos.
8. ¿Sabe el presidente?
Según el film, la información sobre UAP está totalmente compartimentada, incluso para los más altos cargos. Afirma que tanto el presidente de Estados Unidos como el director de la CIA podrían no tener acceso a la inteligencia completa sobre estos fenómenos.