La aclamada actriz británica Judi Dench ha generado controversia tras declarar en una reciente entrevista con The Radio Times que siente que el exproductor Harvey Weinstein ya ha “cumplido su tiempo”. A sus 90 años, la ganadora del Oscar reflexionó sobre el concepto del perdón, admitiendo que le impactó ver imágenes recientes del magnate caminando con ayuda de dos bastones. “Conocí a Harvey bien y trabajé con él, y no tuve ninguna de esas experiencias, muy afortunadamente para mí”, comentó, aclarando que, aunque siente empatía por las víctimas, para ella el tema se reduce a una cuestión personal de “perdón”.
Weinstein, de 73 años, quien actualmente cumple una condena de 16 años en la cárcel de Rikers Island tras ser condenado por violación y agresión sexual en Los Ángeles, recibió con gratitud los comentarios de la actriz. A través de un portavoz, el productor describió a Dench como una persona extraordinaria y reiteró su inocencia: “Estoy aquí por algo que no hice… Estoy agradecido por las amables palabras que se han expresado, y todo lo que quiero es la oportunidad de volver con mi familia y mis hijos”, declaró, argumentando que lleva más de seis años encarcelado.
En la misma conversación, la actriz también reveló que se mantiene en contacto con Kevin Spacey, recordando el apoyo emocional que él le brindó tras la muerte de su esposo en 2001. “Kevin ha sido exonerado y tengo noticias de él, nos enviamos mensajes”, afirmó Dench. Estas declaraciones refuerzan una postura que parece separar sus lealtades personales de las sentencias públicas y judiciales que han recaído sobre ambas figuras de la industria.
Dench colaboró con Weinstein en éxitos como Shakespeare in Love y Philomena. Aunque en 2017, al estallar el escándalo, se declaró “horrorizada” por las denuncias, siempre mantuvo que desconocía las acciones del productor. Mientras Weinstein sigue enfrentando batallas legales —recientemente fue hallado culpable de un cargo criminal en un nuevo juicio en Nueva York, aunque absuelto de otro—, las palabras de la Dama del Imperio Británico han reavivado el debate sobre la redención y el lugar de los agresores condenados en la memoria de sus antiguos colaboradores.