Al cumplir 100 años, el legendario actor y bailarín Dick Van Dyke celebra una carrera de más de siete décadas marcada por seis premios Emmy y un estatus de tesoro nacional. Variety recordó que, antes de alcanzar la fama, Van Dyke fue un comediante en apuros que se abrió camino desde los clubes hasta la televisión, siendo descubierto por CBS en 1955.
Tras un contrato inicial con CBS y su éxito en Broadway con Bye Bye Birdie, Van Dyke protagonizó “The Dick Van Dyke Show”. La sitcom se convirtió en un clásico a pesar de un comienzo difícil: la cadena la canceló tras su primera temporada por baja audiencia, pero la revivió gracias al repunte de sus repeticiones veraniegas. Tanto Van Dyke como su coprotagonista, Mary Tyler Moore, ganarían sus primeros premios Emmy en la tercera temporada, en medio de un inusual boicot de las cadenas CBS y ABC a la ceremonia de 1964.
El gran salto al cine llegó con “Mary Poppins” (1964), la apuesta más costosa de Walt Disney hasta ese momento ($6 millones), considerada un “riesgo de moneda” en su día. El riesgo valió la pena: la película no solo fue la más rentable del año, sino que la interpretación de Van Dyke en “Chim Chim Cher-ee” ganó el Oscar a la mejor canción. Aunque su acento cockney es recordado como uno de los peores del cine, la película se consolidó como un clásico atemporal.
En su longeva carrera, Van Dyke también enfrentó desafíos personales, incluyendo una lucha de 25 años contra el alcoholismo, tema que abordó en el telefilme de 1974, The Morning After. Sin embargo, su carrera prosperó durante décadas con éxitos como Diagnosis: Murder y un reciente récord como el competidor de mayor edad en The Masked Singer a los 97. En sus memorias, Van Dyke resumió su filosofía: “La esperanza es el nutriente esencial de la vida, y el amor es lo que le da sentido”.