Esta crítica no contiene spoilers
La película trata sobre un grupo de Youtubers quienes deciden visitar un manicomio para grabar las cosas espeluznantes que le puedan llegar a pasar. Cualquier parecido con “Gonjiam: Hospital Maldito” es pura coincidencia.
Pienso que las películas con este formato found footage/cámara en mano pueden ofrecernos mucho más terror que las típicas películas de terror que tenemos hoy en día. La cuestión es poder lograr esa sensación en el espectador, y en esta película no se logra por ningún lado.
Es difícil extenderse en palabras cuando lo que se ve en “Heilstätten” ya se ha visto en muchas producciones anteriores: screamers predecibles, personajes completamente inútiles que toman decisiones tontas y el típico fantasma en un lugar endemoniado porque alguien murió/fue asesinado o hay una maldición en el lugar. Nada nuevo lamentablemente.
El grupo de protagonistas cumple con todos los estereotipos de personajes de películas de terror, absolutamente todos: desde el que tiene una pequeña participación. Todos a su vez, son completamente olvidables, al igual que la historia. No nos termina importando mucho realmente su manera de ser o la personalidad que tenga cada uno, alguna que otra historia pasada de ellos puede llamar la atención, pero no mucho más. Lo más molesto del film es lo contradictorio que se vuelven los principales a medida que va avanzando la historia, no terminan de saber que es lo que realmente quieren hacer.
¿Lo bueno? La ambientación, el manicomio por como está representado, por momentos la música y la personificación del fantasma maldito, son de lo mejor y más rescatable de una cinta que promete mucho y logra poco.
En resumen, “El manicomio: La cuna del terror” es una película mediocre a nivel personajes y trama, pero con rescatables aspectos técnicos para dar resultado a una producción decente pero no recomendada para ver si hay opciones mejores.