Esta crítica no contiene spoilers
Eternals es un balde de agua fresca para el Universo Cinematográfico de Marvel. Hace mucho no salía tan convencida con una película de Marvel, y es que ni siquiera parece serlo. Es bastante refrescante en relación a las últimas tres pelis que parecían la misma fórmula repetida una y otra vez.
El CGI y lo visual se ve muy bien, más aún en los flashbacks se nota la imprenta de Chloe Zhao de su preferencia por los amplios horizontes y la inmensidad de un espacio abrasante a un personaje pequeño. Sin embargo, lo que más amé es que por fin vemos personajes que no son blandos ni chatos; cada uno de ellos es un mundo en sí mismo, con conflictos internos. Lejos están de ser el personaje carismático que todo lo puede y tira un chiste cada dos líneas. Cada uno es uno; hay contrastes, hay diferencias y similitudes, hay conflictos.
Si bien puede parecer un poco densa o lenta al principio, en tanto a que la película parece no dirigirse a ningún lado, el interés, al menos personalmente, no decae y solo va en creciente. Si bien no es una película perfecta, y aún podemos ver los errores y marcas de una superproducción hollywoodense que solo busca entretener, aún así logra construir a partir de saltos temporales del presente al pasado una historia que construye a partir de fragmentos las relaciones y los conflictos en general. A pesar de ser un producto de Marvel, creo que se nota cierto amor hacia lo que somos, producto de la participación de Zhao, hacia lo que nos motiva; como una carta de amor a la humanidad en sí. Un suspiro para resguardar lo que somos.