El 24 de marzo llega a los cines LOS OJOS DE TAMMY FAYE, una nueva película producida y protagonizada por Jessica Chastain sobre la historia detrás del extraordinario ascenso, caída y posterior redención de la telepredicadora Tammy Faye Bakker. Durante las décadas de 1970 y 1980, Tammy Faye y su esposo, Jim Bakker, crearon la red de teledifusión religiosa más grande del mundo, convirtiendo a Tammy Faye en una imagen inseparable de sus pestañas indelebles, su canto idiosincrásico y su entusiasmo por aceptar a todo tipo de personas.
La impactante transformación física de Chastain para el papel, así como su extraordinaria interpretación de la icónica telepredicadora le valieron a LOS OJOS DE TAMMY FAYE dos nominaciones al premio Oscar® 2022, una en la categoría de Mejor actriz para Jessica Chastain, y otra a Mejor maquillaje y peinado para el equipo liderado por Linda Dowds y Stephanie Ingram. Chastain, además, fue distinguida recientemente con el Screen Actors Guild Award por su actuación en este filme, al tiempo que el equipo de maquillaje y peinado recibió hace algunos días el premio BAFTA por su trabajo en la película.
UN PROYECTO INTRIGANTE
El interés de Jessica Chastain por la vida de Tammy Faye comenzó luego de mirar el aclamado documental de 2000 Los ojos de Tammy Faye de Fenton Bailey y Randy Barbato (RuPaul’s Drag Race, Party Monster). Cuenta la actriz y productora que el documental le permitió conocer a la telepredicadora más allá de los titulares de la prensa, revelando una integridad y fe genuinas poco difundidas por los tabloides, que buscaban el costado sensacionalista y humillante de su historia. “El documental fue como abrir un poco la cortina y ver qué había detrás. La podíamos ver sin todo el juicio social. Era una mujer llena de amor. Su historia era interesante y compleja, y se desarrolló durante tres décadas”, cuenta Chastain.
A partir de allí, contactó a los documentalistas, les compró los derechos y se embarcó en la misión de contar una historia más completa, un retrato auténtico, de una mujer profundamente compasiva que estaba muy adelantada a su época. Para lograrlo, unió fuerzas con la productora Rachel Shane (Divergente, Sin nada que perder, Huérfanos de Brooklyn) y su socia de producción, Gigi Pritzker (Drive: Acción a máxima velocidad, Sin nada que perder, El juego de Ender), junto a Kelly Carmichael, la socia de Chastain en la productora Freckle Films. El equipo se completó con el guionista Abe Sylvia y el director Michael Showalter.
CONOCIENDO A TAMMY FAYE
Para preparar su interpretación del personaje, Chastain estudió a Tammy Faye durante siete años, diseccionando cada aspecto de sus gestos e inflexiones vocales a partir de horas de material audiovisual. A su vez, trabajó intensamente en los aspectos musicales del personaje, ya que como artista tenía poca experiencia musical previa. “Ella nunca se avergonzaba. La gente se deslumbraba con ella porque era única. Usaba su plataforma para abogar por la celebración de nuestras diferencias, y saber eso me hizo más fácil la interpretación”, confiesa Chastain.
El desafío más grande, sin embargo, fue lograr dar vida a la mujer real, lejos de la caricatura construida por los medios. “Ella predicaba la aceptación y la compasión, y era sincera. Y eso era lo que yo quería que la gente viera en esta película”, señala, al tiempo que cuenta las importantes contribuciones que hizo Tammy Faye a la comunidad LGBTQIA y a personas con VIH o sida, visibilizando sus historias y acercándose a ellas en una época en la que la gente las evitaba.
El trabajo de investigación de Chastain también incluyó numerosas conversaciones con los hijos de Tammy Fae y Jim, quienes visitaron el set en varias oportunidades e hicieron valiosas contribuciones sobre la vida íntima de la predicadora.
UNA ESTÉTICA MARCADA POR EL EXCESO
El aspecto de Tammy Faye, desde sus elecciones de ropa hasta su maquillaje y accesorios, sin duda contribuyeron en gran medida a su magnetismo y su imagen icónica. Para llevar esa esencia a la pantalla, los realizadores de la película convocaron al diseñador de vestuario Mitchell Travers (Estafadoras de Wall Street, El legado Bourne, El Sorprendente Hombre Araña), quien se sintió atraído por el proyecto de inmediato. “Tammy era una mujer que creía en enviar y recibir señales. Todo lo que se ponía tenía un sentido. Pudimos tener una idea cabal de cómo era ella gracias a su guardarropa”, explica el diseñador.
Travers creó más de cien atuendos para Tammy, dividiendo sus looks en períodos de cinco años y usando el color para diferenciar cada uno de ellos. Para sus primeras épocas, usó una paleta de color limitada y de tonos neutros, pero cuando su mundo se expande al Bible College, agrega los tonos damasco, menta y la gama del azul marino. Cuando la historia llega a la década de 1980, agrega malva, azul claro y su color favorito, el rosa. A medida que transcurre esa década, se arriesgó un poco más con su atuendo y la vistió en colores más impactantes, rojos y azules.
Por otra parte, a medida que el camino de Tammy se cruza con el de otros que tienen control creciente sobre ella, el exceso se apodera de su aspecto. “Comienza a ser extremadamente expresiva. Usa llamativos colores metálicos, lentejuelas, muchas alhajas y, para mí, eso era un intento de mostrar lo abrumadora que era gran parte de su vida”, dice Travers.
El proceso de maquillaje y peinado, en tanto, incluyó prótesis faciales y largas horas en el tráiler. Chastain comenzaba la transformación física a las 3.30 de la mañana cada día, en manos de Linda Dowds y la estilista Stephanie Ingram, quienes trabajan con la actriz desde 2011.
Para lograr el característico peinado batido de Tammy, Ingram encargó diez pelucas que reflejaran los distintos momentos en la vida de la predicadora. Dowds, en tanto, rastreó maquillaje original de la época para contar con los tonos exactos de sombras que se usaban en ese momento. Al igual que con el vestuario, Dowds notó lo mucho que cambiaba el maquillaje de Tammy Faye para reflejar lo que estaba pasando en su vida. “El maquillaje se convirtió en una especie de máscara para ella”, comenta la diseñadora.
A partir del 24 de marzo, las audiencias podrán conocer a Tammy Fae a través de Chastain, llegando a la esencia de un personaje que dejó una huella indeleble en la cultura popular estadounidense. A días de dar a conocer la historia, la actriz concluye: “Tammy Faye Bakker inspiró amor en los demás. Ella creía que todos queremos que nos miren, nos quieran y nos acepten como somos, sin juzgarnos. Tengo la esperanza de que todos puedan aprender a querer a los demás de la manera en que lo hacía ella, y esperamos que esta película inspire a nuestro público de la misma manera en la que ella inspiró al suyo”.