Terminó el 4° Festival Internacional de Cine de Entre Ríos (FICER), con éxito de convocatoria de público en las cuatro jornadas de maratón cinematográfica y muchas expectativas de crecimiento. Algunos invitados, invitadas, participantes y la prensa especializada opinaron sobre la impronta de este festival panza verde.
“Lo primero que noto es cómo está creciendo el Festival y la gente que se acerca a ver películas y a las charlas. Ya es algo consolidado en Paraná y también viene mucha gente de toda la región, así que se cumplió ese objetivo de que el FICER sea un epicentro cinematográfico. Muy feliz sobre todo de ver eso; de ver cómo la gente todavía cree en el cine”, manifestó Maximiliano Schonfeld, realizador que participó de la sección Cine Nacional en Competencia con Luminum. “Me parece esencial que se hagan festivales regionales, creo que son puntos de encuentro clave”, dijo, por su parte, Virna Molina, directora de Relatos del futuro, que formó parte de la misma sección.
Arturo Castro Godoy participó con Rinoceronte del Panorama Regional: “Para nosotros el FICER es un espacio valioso de exhibición de cine nacional y federal. Hemos visto cómo ha ido creciendo y consolidándose como un espacio muy lindo en el calendario y que nosotros esperamos todos los años con mucha ilusión. Estamos muy contentos de formar parte de la selección y deseamos que se sostenga en el tiempo y que siga creciendo cada vez más”.
El director paranaense Nahuel Beade indicó: “La importancia de que haya un festival como el FICER es que puede confluir la cinematografía entrerriana y regional que vincula ciertos espacios que no pueden estar en contacto en otros momentos. Es un buen lugar de encuentro para formar audiencia paranaense y de la región -y agregó- me parece importante también para el sector de la producción audiovisual la sección del Mercado, que incluye la posibilidad de que haya un espacio que fomente el desarrollo de proyectos y la finalización de otros. Esto colabora a germinar trabajos que luego se pueden ver en ediciones siguientes. A su vez, se puedan emprender nuevos recorridos a partir de la experiencia vivida acá como es mi caso. Haber participado me incentivó a seguir sumando a otros espacios incluso en otros festivales”.
Guillermo Berger, presidente de la Asociación de Realizadores Audiovisuales de Entre Ríos (ARAER) señaló: “en esta edición del FICER dimos otro paso firme en la producción audiovisual y en la exhibición de la industria audiovisual entrerriana. Se han visto muchos proyectos muy interesantes para el jurado. Debe haber sido muy difícil determinar quiénes han sido las ganadoras y los ganadores en el Mercado y también en la competencia nacional, entrerriana y cortometrajes”. Además, afirmó: “Creemos que estamos muy cerca de la reglamentación de la ley. Tratamos de ir hacia el espíritu de la ley y que sea una ley ejemplo para poder fortalecer aún más las producciones entrerrianas hechas por entrerrianas y entrerrianos”.
Paula Mastellone, a cargo del Mercado del FICER e integrante de la Cámara de Productores Audiovisuales de Entre Ríos, dijo: “Para mí la importancia del FICER es el punto de encuentro con realizadores y productores, de Entre Ríos principalmente y de toda la región, poder tener continuidad en el trabajo que estamos haciendo y conocer otras experiencias de colegas que están en la misma situación. Es muy estimulante como realizador no sentirse solo, acompañarse en empujar proyectos”.
El escritor, dramaturgo y cineasta Santiago Loza, que ofició de jurado en la sección de Cine Nacional en Competencia, compartió: “Para mí fue una sorpresa por el entusiasmo y fervor del público, que no es frecuente en otros festivales. Por otro lado, está buenísimo. Lo siento como un buen punto de encuentro bien federal, donde uno ve gente de toda la provincia y la región. Un festival que también apuesta a proyectos, lo veo sólido y que puede seguir creciendo”.
Prensa especializada
Periodistas que cubrieron esta edición también dijeron lo suyo.
Para Ulises Rodríguez, de la revista Directores de DAC, “un festival de cine como el FICER tiene la importancia de que en la pantalla se pueden ver películas hechas por realizadores y realizadoras de la provincia y de la región, lo que permite que se cuenten historias que suceden aquí, con la identidad y la idiosincrasia que pueden tener relatos de esta zona”. Y añadió: “Por otro lado, me parece de suma importancia que los distintos actores del sector audiovisual puedan encontrarse, delinear proyectos, discutir políticas, debatir, y que se refuerce esa identidad del noreste argentino a la hora de producir”.
Luis Franc, de Hacerse La Crítica, reflexionó que “el FICER es muy importante en tanto nos lleva a redimensionar la idea de federalismo, sobre todo cuando uno se da cuenta de la variedad de formas que aparecen en un festival regional. Desde una mirada centralista se suele pensar al cine del interior como un combo común. Lo cierto es que no solo hay variabilidad en cada provincia y en cada lugar, sino que hay diferentes formas de presentación y de representación en cada uno de los confines del país. Es sumamente importante este festival también por la selección del material”.
Juan Pablo Russo, de Escribiendo Cine, señaló:
“El FICER se está consolidando como uno de los festivales no solo más importantes de la región, sino del país, con una programación muy cuidada, muy bien curada para todos los gustos. Eso se vio reflejado este año en la asistencia del público en las salas; también en la realización del Mercado para la industria, que lo posiciona como uno de los más destacados dentro de la agenda festivalera del país, ya que no solo proyecta películas sino que también promueve la realización de jóvenes cineastas de la región”.
Álvaro Bretal, de la revista Taipei, comentó:
“Esta edición del FICER estuvo marcada por una programación notable, que le acercó al público de Paraná algunas de las películas argentinas e internacionales más interesantes del último año, incluyendo un estreno absoluto en Argentina como Nosotros, estudiantes!, gran documental centroafricano del debutante Rafiki Fariala. También me resultó particularmente interesante la presentación del Archivo de la Memoria Audiovisual del Nordeste Argentino, un espacio para dialogar sobre las tareas de preservación y archivismo en una zona del país en la cual se viene haciendo muy poco en materia de recuperación del patrimonio audiovisual. Considero que el equilibrio entre, por un lado potenciar y visibilizar el cine de Entre Ríos y del Litoral (la muestra de largos y la competencia de cortos entrerrianos, la sección Panorama Regional), y por otro lado permitir que se vean en cine algunas grandes películas del último año (además de clásicos nacionales como Tiempo de revancha o Nazareno Cruz y el lobo), es el camino a seguir tanto para el FICER como para otros festivales provinciales. No me parece un dato menor que el público haya acompañado con entusiasmo propuestas tan disímiles, en algunos casos algo arduas en comparación a la producción cinematográfica mainstream”.
Agustina Lescano, del periódico Pausa, de Santa Fe, expresó:
“¿Dónde ver una road movie delirante correntina con ovnis si no es en el FICER? Es un espacio súper interesante, con espíritu de fiesta, para que cada vez más personas podamos acceder a disfrutar de películas que proponen historias con otras velocidades y que se permiten construir poéticas propias, desplegadas con una variedad hermosa en las muchísimas funciones que tuvo esta cuarta edición. También, es una pantalla necesaria para darle lugar a esas películas que, por cuestiones de distribución y circuitos, recorren festivales de todo el mundo antes de poder estrenar en los lugares donde fueron pensadas y realizadas, como pasó con Rinoceronte y con muchas otras”.
Cielo Alzamendi y Juan Manuel Strottmann, de Chan!, dijeron:
“Como creadores de contenido sobre cine y series, nos parece fundamental que espacios como el FICER sigan existiendo. No solo para la difusión del cine nacional, sino también para conocer películas entrerrianas y de nuestra región que no se encuentran en otros espacios. Tener un festival de cine en Entre Ríos ayuda a fomentar la creación de productos audiovisuales por fuera de Buenos Aires y también por fuera de producciones del estilo mainstream. El FICER es un lugar en el cual no solo miramos películas sino también nos encontramos con realizadores, creadores y organizadores, en donde se dan las charlas más interesantes y se crean vínculos con gente que está en nuestra misma sintonía”.
Hay cine en Entre Ríos y hay cultura audiovisual en la región del noreste litoral que, cada año, se afianza y comparte en el FICER, un lugar para vernos.