En Sombras de un crimen, Liam Neeson da vida a Philip Marlowe, un detective privado que está envuelto en malos negocios y una vida solitaria.
El diseñador de producción John Beard compartió sus ideas sobre los mayores desafíos que su equipo y él tuvieron que enfrentar en Sombras de un crimen. “El mayor desafío fue los exteriores en España, donde tenía que transformar las locaciones de la ciudad de Barcelona del 2021 en locaciones de la ciudad de Los Ángeles de 1939. Otro gran desafío fue encontrar automóviles estadounidenses originales de las décadas de 1920 y 1930 para que condujeran los actores y llenaran las calles. Sabía que eran una pieza fundamental…, de manera que pasé mucho más tiempo del habitual preparándolos cuando se rodaba en exteriores”.
Se usaron muchas locaciones diferentes para recrear la ciudad de Los Ángeles de la década de 1930: una fábrica de rayón abandonada se convirtió en un estudio cinematográfico de Hollywood; una fábrica de algodón en desuso, en la jefatura de policía de Los Ángeles y una discoteca en ruinas en la playa, en un salón de masajes para gánsteres.
En cuanto a las escenas más difíciles, John detalló: “Las escenas en el agua siempre son un desafío. Deben realizarse de manera práctica y conforme al presupuesto. La locación en España que elegimos como el club de campo perfecto de Los Ángeles debía tener una piscina externa, pero la casa no tenía. Sabía que Neil la necesitaba en la misma locación, de modo que tuve que construirla. Hay otra escena en la que un acuario subterráneo, que está debajo del club, explota y el agua sale a borbotones. Esto debía hacerse en un set por una cuestión de control y para poder hacer repeticiones. Por eso, lo construí en el estudio de Dublín”.
Liam Neeson declaró: “John y su equipo crearon sets increíbles, verdaderas obras de arte”. El director Neil Jordan agregó: “John es un gran diseñador y pudimos hacer cosas que no habríamos podido hacer en la ciudad de Los Ángeles contemporánea. Pudimos usar muchos elementos arquitectónicos. John y su equipo transformaron propiedades opulentas en las afueras de Barcelona en el Corbata Club y la mansión en la que vive el personaje de Jessica Lange”.
Para buscar materiales y piezas de utilería interesantes para los sets, John trabajó con la decoradora Deborah Chambers y su equipo, de quienes opinó: “no dudaron en reproducir los objetos que veían en fotos de referencia solo si no podían encontrarlos”.
Una locación, La Gavina, es un ícono del viejo Hollywood. Era el hotel preferido por todos, desde Elizabeth Taylor y Merle Oberon hasta Orson Welles.
Fuente: Diamond Films