El sábado 7 de octubre a las 18 h, la Fundación Banco Santander será escenario de esta performance única en la cual un conjunto de destacados músicos trazará, a través de obras de Mio Chareteau, Tristan Perich y Alexandre Babel, una línea entre el sonido y lo visual.
En el marco del Festival No Convencional (FNC), realizado con el apoyo de Mecenazgo del Ministerio de Cultura de la Ciudad, se presentará por primera vez en Argentina el concierto Usine Electrique del baterista, percusionista y compositor suizo Alexandre Babel. El show tendrá lugar el sábado 7 de octubre a las 18 h en la Fundación Banco Santander, con entrada libre y gratuita.
Se trata de una performance en la cual un conjunto de músicos realizan una serie de piezas de Mio Chareteau, Tristan Perich, y Alexandre Babel, trazando una línea entre el sonido y lo visual. Interpretarán estas obras Bruno Lo Bianco, Oscar Albrieu, Gonzalo Terranova y Daniela Craveto, bajo la dirección de Alexandre Babel.
Babel reside actualmente en Berlín. Es considerado una referencia tanto en materia de interpretación del repertorio de los siglos XX y XXI como de la escena experimental. Babel actúa como solista y con distintas agrupaciones en los cinco continentes, presentándose en algunas de las principales salas y festivales de música contemporánea. Percusionista principal del grupo de cámara contemporáneo KNM-Berlín, Babel también colabora con conjuntos como Musikfabrik y Schlagquartett Köln. Como baterista, ha trabajado con la unidad de ruido y rock Sudden Infant, la leyenda de la guitarra Caspar Brötzmann y Aethenor, así como con el dúo White Zero Corporation con el compositor y bajista francés Pierre Jodlowski. Es miembro fundador del colectivo de intérpretes Radial con el artista Mio Chareteau. Sus composiciones se han presentado en el Festival Archipel de Ginebra, la Universidad de Oberlin y el Mozarteum de Salzburgo. Desde 2013 hasta 2022 fue el director artístico del colectivo de percusión contemporánea Eklekto, con el cual ha colaborado con compositores vivos y artistas contemporáneos a través de conciertos, proyectos multimedia y eventos artísticos que indagan en nuevas formas musicales. Ha comisariado numerosas obras de compositores como Billy Martin, Sven Åke Johannson, Jürg Frey, Tristan Perich y Ryoji Ikeda. Fue galardonado con el Premio Cultural Leenaards, el Premio de la Fundación Marescotti y el Premio de la Fundación Friedl Wald.
- Programa
La pieza Field drum Monument (2020) del artista visual y performer suizo Mio Chareteau (CH), se presentará para un gran número de tamborileros. Esta performance comienza con un grupo de percusionistas divididos en el espacio, equipados con una caja. Cada uno interpreta el mismo solo creando matices de timbre y armónicos. A medida que avanza la pieza, la piel del instrumento se oscurece progresivamente hasta que su superficie queda completamente cubierta. No sólo se trata de una obra musical, es también una representación pictórica que al desplegarse en el espacio, se convierte en un instalación visual monumental.
Impermanent (2011) de Tristán Perich (Estados Unidos), se presentará para campanas tubulares y electrónica de 1 bit. Tan pronto como la última caja haya tocado su última nota, 2 percusionistas empezarán a tocar un continuo redoble suave y armónico sobre las campanas tubulares. Su rigurosa acción será acompañada del sonido de hits electrónicos de 1 bit que marcan el tiempo, definiendo el marco de un paisaje sonoro que es a la vez mecánico y espacial. La instalación de las campanas tubulares con los parlantes puede apreciarse como una obra de arte visual, a la vez que funciona como instrumento.
Usine Electrique (2023), de Alexandre Babel (CH), se presentará para un grupo de músicos especializados con un sistema de diseño de luces. Después del comienzo de la pieza de Tristan Perich, un grupo de músicos se esparcirá por el espacio: sus posiciones serán determinadas por criterios acústicos y aspectos visuales. Cada uno estará equipado con su instrumento y una luz estroboscópica que los mismos activarán con un controlador. De esta forma, se empezarán a reproducir sonidos que llegarán alternativamente desde diferentes rincones de la habitación, en superposición al sonido de las campanadas. Al cabo de un rato, las luces estroboscópicas se encenderán en forma de impactos individuales. Las luces irán adquiriendo cada vez más importancia, hasta que el aspecto mecánico de los destellos anule la presencia física de los músicos.