Review de Romper el Círculo por @ninaenwonderland
Romper el Círculo es una película dirigida por Justin Baldoni, protagonizada por él mismo, junto con Blake Lively, quien también fue productora ejecutiva. El filme es una adaptación del libro con el mismo nombre, escrito por Colleen Hoover.
Llega a los cines la película con más controversia del momento, una historia cruda y profundamente realista, que estuvo generando sensaciones contradictorias durante toda la gira de prensa.
Romper el Círculo cuenta la historia de Lily Bloom (Blake Lively) quien no puede nombrar cinco cosas que amaba de su padre en su funeral, debido a la infancia traumática que vivió. Se muda a Boston en busca de una vida mejor y un sueño: tener su propia florería. Allí conoce a Ryle Kincaid un neurocirujano con quien comienza una relación. La película sigue al desarrollo de Lily, como de a poco se va enfrentando con los fantasmas de su pasado mientras intenta seguir adelante.
Un drama muy fuerte que toca temas como la violencia física y doméstica, pero que lo hace de una manera muy cuidada. Mi miedo siempre con estas películas es que repitan patrones que ya no funcionan. Generalmente el antagonista, el abusador es un personaje que el espectador ve desde el primer momento como una amenaza y sufre porque la protagonista, la que recibe estos abusos, no logra verlo ni salir de ese lugar violento. Pero en el caso de Romper el Círculo, todo está muy gris para el espectador también y creo que ahí recae su virtud. Porque el espectador lo vive junto con la protagonista, se da cuenta junto con ella de como las cosas van empeorando.
Al comienzo los actos violentos parecen hasta accidentales justamente porque estamos en la mente de Lily y ella no los ve como reales. Ella misma para describirse dice que es una “narradora no confiable” y eso habla de cómo la perspectiva de esta historia está completamente influenciada y filtrada a través de la mirada de Lily. El enfoque no está en la violencia ejercida, sino en contar la historia de la persona que la recibe, una mujer fuerte, que está intentando seguir después de la infancia cruel que vivió. Ella es mucho más que la violencia ejercida hacia ella, ama, sigue sus sueños y logra hacerlos realidad, mantiene vínculos complejos, como su difícil relación con su madre, pero no guarda resentimiento.
Romper el Círculo cuenta con una dicotomía muy bien lograda, porque mientras que el espectador vive todo con la protagonista, también es verdad que las señales están ahí desde el primer momento y son muy claras. La increíble escena en la cual los Lily y Ryle se conocen, los podemos ver a ambos sentados en la cornisa de una terraza altísima. La elección de que esa sea la manera en la cual conectan por primera vez me parece super acertada porque sienta las bases. Es una metáfora de su vínculo, de cómo todo parece fluir, pero a la vez están en el borde de la cornisa, de un segundo al otro todo se puede desmoronar y dejar de ser lo que parece.
Los personajes, y la profundidad de cada vínculo escala de una forma muy orgánica en Romper el Círculo. Cada personaje está construido con mucho cuidado y sutileza que van de la mano con que para el espectador mismo es una sorpresa cuando ve que las cosas no son realmente lo que parecen en la superficie.
Warning alert para las swifties sin ánimos de spoilear, prepárense porque en un momento van a ser lágrimas, como yo lo fui. Una gran historia, necesaria de contar y que hace un gran trabajo dentro de su género, si bien probablemente llame más la atención por la controversia en los actores, realmente Romper el Círculo se hace valer por sí sola.
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