Review de Un Panda en África por @ninaenwonderland
La nueva película animada infantil Un Panda en África, que ya llegó a los cines argentinos en el día de ayer, cuenta la historia de un panda que haría de todo por su mejor amiga. Incluso viajar a África.
Ping es el panda aventurero que cuando ve a su mejor amiga una dragona llamada Jielong ser secuestrada por otros animales, no duda en seguirla hacia África para salvarla.
Una historia tierna y pura sobre la amistad y el compañerismo, enseña que hacer cosas por el otro también es hacer cosas por uno mismo. Los valores que transmite son muy primarios y también esenciales, pero la película está hecha para eso, para un público muy pequeño, personajes simples con motivaciones claras. El panda pierde a su amiga y debe ir a buscarla. No hay mucho más, pero tampoco es necesario mientras que los niños la pasen bien.
En África se encuentra con una sociedad de animales un tanto hostil, es literalmente la ley de la selva donde el León maneja a todas las demás criaturas. Toma un poco de ‘El Rey León’ con la compleja relación entre los leones y las hienas, y utiliza esta trama para visibilizar un problema muy constante de la sociedad que es lo que se genera alrededor de lo que no es lo propio, lo que está afuera, los otros. ¿Qué pasaría si nos animáramos a ver más allá de lo que nos enseñaron? Si para las hienas los leones son los malos y para los leones las hienas son las malas, entonces, ¿Hay realmente malos y buenos o es solo una construcción?
Quizás un problema de la película radique en que subestima un poco al espectador infantil. Es sabido que un panda en África no podría sobrevivir y un poco estaba esperando que la película acaricie esa idea. Hay algo que se genera alrededor de las infancias del miedo a tocar ciertos temas, pero la realidad es que el problema no es el tema en sí sino su abordaje. Hay películas infantiles que hablan, por ejemplo, de la muerte, sin ir más lejos en ‘El Rey León’ y no por eso están mal o tienen consecuencias negativas en los espectadores infantes. Me hubiera gustado que la película se la juegue un poco más por ese lado pero también entiendo por qué no lo hizo.
Con lindas animaciones y personajes coloridos, construye vínculos interesantes entre ellos y encuentra el valor en cada uno, incluso el rey león de la película, quien es un niño mimado que no entiende el poder que tiene en sus brazos, logra superarse y mostrar aristas que lo vuelven más interesante y querible.
Una aventura divertida dentro de una película para los más chiquitos, para disfrutar de ver algo simple y genuino, con potencial para dar mucho más, pero que cumple.
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