La cadena pública británica, la BBC, está tardando más tiempo que nunca en resolver las quejas internas por acoso y bullying, según revela su más reciente informe anual. En un momento en que la corporación intenta tomar medidas drásticas contra la mala conducta, el tiempo promedio para cerrar un caso de queja de un empleado fue de 119 días, una cifra récord y casi cuatro veces superior al objetivo de 30 días de la propia empresa.
El dato, que ha generado preocupación en la industria, llega en un contexto complejo. El presidente de la BBC, Samir Shah, admitió recientemente que la cadena sigue siendo un lugar de trabajo “insoportable” para algunos, debido a que “individuos poderosos, dentro y fuera de la pantalla, pueden abusar de ese poder”. A pesar de esta dura autocrítica, el informe muestra que los procesos para resolver estos problemas son cada vez más lentos.
Desde la BBC explicaron que el aumento en los tiempos de resolución se debe en parte a un esfuerzo por cerrar casos antiguos y complejos que estaban demorados, y aseguraron que tienen un “plan claro para reducir” los plazos. Sin embargo, estas cifras son un duro golpe para la confianza del personal, especialmente cuando se les está animando a denunciar.
La situación es contradictoria. Mientras la BBC ha actuado con rapidez en casos de alto perfil, como el reciente despido de los dos presentadores del popular programa “MasterChef” por acusaciones de lenguaje racista y conducta inapropiada, los datos internos revelan que el sistema para gestionar las quejas cotidianas es más lento que nunca. La corporación ha prometido aumentar los recursos para abordar el problema, pero la presión sobre su liderazgo es cada vez mayor.