El director condenado por la muerte en el set de ‘Midnight Rider’ demanda a su sindicato para revertir su expulsión de por vida

Randall Miller, el director de cine que fue a la cárcel por la muerte de la asistente de cámara Sarah Jones en el trágico accidente del set de su película “Midnight Rider” en 2014, ha presentado una demanda contra el Sindicato de Directores de América (DGA). La demanda busca anular la expulsión de por vida que le impuso el influyente gremio, una medida que en la práctica le prohíbe volver a dirigir una película de un gran estudio.

Miller se declaró culpable de homicidio involuntario en 2015, después de que Jones, de 27 años, muriera arrollada por un tren de carga mientras su equipo filmaba sin permiso en un puente en Georgia. El director cumplió un año de cárcel por el accidente. Años después, en 2022, el DGA votó unánimemente por expulsarlo de por vida, luego de que Miller dirigiera otra película, “Coffee Wars”, mientras estaba en libertad condicional.

En su nueva demanda, Miller alega que la expulsión del sindicato fue “predeterminada e iniciada de mala fe”. Sostiene que el DGA cedió a la presión de sus miembros para impedirle trabajar y que incluso interfirió con la distribución de su última película. La demanda cita un correo electrónico de la presidenta del DGA, Lesli Linka Glatter, en el que se quejaba de Miller y decía: “No puedo creer que este tipo esté dirigiendo de nuevo”.

El Sindicato de Directores ha respondido con dureza a la demanda. “Desde que Randall Miller se declaró culpable de un cargo de homicidio involuntario… ha tratado de eximirse de la responsabilidad por su conducta”, declaró un portavoz. “Esta demanda es un intento infundado de culpar a su sindicato por el daño a la reputación que sufrió como resultado de sus propias acciones”. El caso, que reabre una de las heridas más profundas de la historia reciente de Hollywood, promete una nueva y amarga batalla legal.