Co-producciones impulsan al cine húngaro en Venecia con ‘Orphan’ y ‘Silent Friend’

El cine húngaro brilla en el Festival de Venecia 2025 con dos contendientes al León de Oro: Orphan, de László Nemes, y Silent Friend, de Ildikó Enyedi. Ambas películas, resultado de co-producciones internacionales, combinan incentivos fiscales, apoyos de fondos nacionales y capital privado, un esquema financiero que se ha vuelto indispensable para sostener la producción independiente en Europa. Según Csaba Káel, comisionado del National Film Institute de Hungría, estas premieres reflejan la estrategia implementada hace cinco años para otorgar mayor flexibilidad y recursos a los cineastas locales.

La colaboración internacional es clave en proyectos como Orphan, filmada mayormente en Budapest y en los nuevos sets de los estudios NFI. Productora Ildikó Kemény asegura que la selección de co-productores europeos fue fundamental para mantener coherencia creativa y financiera: “Todos debían compartir la misma visión del film”. Reino Unido, Francia y Alemania aportaron no solo fondos, sino servicios de postproducción, talento actoral y equipamiento técnico, demostrando cómo las alianzas transnacionales pueden elevar la producción húngara a estándares globales.

El modelo de co-producción húngaro se ha expandido más allá de Europa central y occidental, con proyectos recientes en colaboración con Vietnam, Marruecos, Bután y Mongolia. Series como Rise of the Raven, co-producida con Austria, Alemania e Italia, destacan cómo la fidelidad cultural y el talento local contribuyen a un producto auténtico y universal, con gran éxito en audiencias y crítica internacional. Estas iniciativas consolidan a Hungría como un hub competitivo, con incentivos fiscales del 30%, crews altamente especializados y estudios de sonido de primera categoría.

El país seguirá siendo un destino atractivo para proyectos ambiciosos. Entre los próximos rodajes en Hungría destacan The Testament of Ann Lee de Mona Fastvold, Nuremberg de James Vanderbilt y The Entertainment System Is Down de Ruben Östlund. La combinación de infraestructura, creatividad del equipo y experiencia técnica demuestra que Hungría no solo produce cine de calidad, sino que también ofrece soluciones integrales para los desafíos de la producción internacional.