Frankenstein de Guillermo del Toro, protagonizada por Jacob Elordi y Oscar Isaac, sigue la historia de un científico brillante pero egoísta que da vida a una criatura monstruosa. Solo para que el experimento los destruya a ambos. Si bien es una trama oportuna sobre la arrogancia, la corrupción del poder y los peligros de la tecnología. El director, ganador del Oscar, insiste en que su nueva película no es una advertencia sobre la proliferación de la IA.
“Vivimos en una época de terror e intimidación, sin duda. Y no hay tarea más urgente que la de permanecer en una comprensión de nuestra humanidad. La película intenta mostrar personajes imperfectos y el derecho que tenemos a entendernos mutuamente en las circunstancias más opresivas” comentó.
La obra de Mary Shelley ha sido adaptada al cine en numerosas ocasiones. En la versión de Guillermo Del Toro, Elordi interpreta a la criatura enfrascada en una disputa mortal con su creador (Oscar Isaac). Pero en lugar de una película de terror, el director imagina la historia como un drama familiar con múltiples matices. Para Del Toro, darle su propia versión cinematográfica a Frankenstein es la culminación de un sueño de toda la vida.
“He seguido a la criatura desde niño. Esperé a que la película se hiciera en las condiciones adecuadas, tanto creativamente para lograr el alcance que la diferenciara, como para hacerla a una escala que permitiera reconstruir el mundo entero” dijo. Y ahora que ha terminado el film, bromeó: “Estoy en depresión posparto”. Dado que Netflix estrena Frankenstein, la cinta solo tendrá un estreno limitado de tres semanas en pantalla grande antes de llegar a la plataforma de streaming. Sin embargo, a Del Toro no le preocupa que el plazo de exhibición sea más corto y se mostró satisfecho con el plan de estreno en el Festival de Venecia.
