El revolucionario álbum de ‘The Smashing Pumpkins’ de 1995 se convirtió en una ópera

La celebración por los 30 años de Mellon Collie and the Infinite Sadness, el histórico álbum doble de The Smashing Pumpkins, tomó una forma inesperada: una ópera monumental en la Lyric Opera de Chicago. Con arreglos orquestales reinterpretados por Billy Corgan junto al director James Lowe, la producción reúne a una orquesta completa y a cuatro cantantes principales, mientras Corgan participa en varias piezas, dando nueva vida a 19 canciones del disco que marcó una época en los años noventa.

El diseño de vestuario se convirtió en uno de los aspectos más aclamados del montaje. La firma House of Gilles, integrada por Gilles Mendel y su hija Chloé Mendel Corgan, esposa de Corgan, fue la encargada de crear las prendas que dan identidad visual al espectáculo. Chloé describió la experiencia como “honestamente surrealista y profundamente conmovedora”, y explicó que los diseños se hicieron pensando en la esencia de cada intérprete. También detalló las referencias estéticas que guiaron el trabajo: Art Déco, la República de Weimar, la Exposición Mundial de Chicago y la influencia camaleónica de Bowie.

Para lograr texturas únicas en escena, la familia trabajó junto al diseñador Simon Ungless, famoso por sus colaboraciones con Alexander McQueen. Según Chloé, “su talento dio vida al vestuario masculino, creando una textura que desde lejos parece húmeda, como si fuera cuero”. Las piezas —dos vestidos y tres esmóquines— se confeccionaron artesanalmente en su atelier de Nueva York. Sobre la técnica aplicada en los trajes, Chloé explicó: “pintamos los abrigos para que parecieran mojados, pero al acercarse se ve que son diseños de encaje trabajados con pintura vinílica”.

El toque emocional llegó cuando los hijos mayores de los Corgan aparecieron en el escenario con atuendos diseñados especialmente para ellos. “Sí, vestimos a los niños”, contó Chloé entre risas, feliz de integrar a toda la familia en el proyecto. La noche culminó con una ovación de pie y una fiesta temática steampunk. Para Chloé, el momento fue inolvidable: “la música y la moda guían mi vida, y poder celebrar el trabajo de mi esposo colaborando juntos como familia es algo extraordinario”. Así, la ópera reafirma la vigencia de un álbum que sigue inspirando generaciones tres décadas después.