Kapanga despidió el 2025 con un festejo a la altura de su leyenda. Ante un Estadio Obras con entradas totalmente agotadas, la banda de Quilmes celebró sus 30 años de trayectoria con un show maratónico de 27 canciones. La noche fue una explosión de energía donde el grupo recorrió sus clásicos inoxidables y presentó nuevas versiones, desatando la euforia de un público que no dejó de agitar ni un solo minuto, confirmando la vigencia intacta del “Mono” y compañía.
La velada se destacó por los cruces artísticos que unieron generaciones. Bandalos Chinos subió al escenario para interpretar por primera vez en vivo en Buenos Aires la reciente versión de “Desearía”, mientras que la estrella urbana Milo J sorprendió al sumarse en “No me Sueltes”. El toque más emotivo, sin embargo, ocurrió dentro del propio universo de la banda: los hijos del Mono, Maikel y Maffia se unieron a sus padres en distintas canciones, regalando postales inolvidables para los fanáticos.
El recital funcionó no solo como un repaso nostálgico, sino como una muestra clara de la actualidad del grupo. Kapanga aprovechó el templo del rock para evidenciar cómo su sonido ha madurado con los años sin perder esa forma directa y genuina de conectar con la gente. Fue un cierre “bien kapanguero”, fiel al estilo descontracturado y potente que sostienen desde hace tres décadas.
Con esta celebración, la banda reafirmó una identidad única para habitar el escenario, dejando una marca evidente en el cierre de este 2025. Pero la fiesta no termina aquí: el grupo confirmó que los festejos por este aniversario redondo continuarán con nuevas fechas y giras programadas para el próximo año.