A solo una semana de su audiencia de sentencia, el futuro del magnate de la música Sean “Diddy” Combs se ha vuelto completamente incierto. El juez federal Arun Subramanian, quien presidió su juicio, ha anunciado que está sopesando seriamente un audaz argumento de la defensa que podría resultar en la anulación de las dos condenas por las que Combs fue encontrado culpable en julio.
El equipo legal de Combs ha presentado una moción argumentando que las acciones de su cliente no se ajustan a la estricta interpretación de la Ley Mann, la ley federal bajo la cual fue condenado por transporte para participar en la prostitución. Los abogados sostienen que Combs no se benefició financieramente de los actos sexuales, ya que él fue quien pagó por todo, y que ni siquiera participó directamente en ellos, actuando únicamente como un voyeur. Además, argumentan que, como él filmaba los encuentros, una condena violaría sus derechos de libertad de expresión.
La fiscalía ha rebatido enérgicamente estos puntos, afirmando que son irrelevantes. Sostienen que la ley criminaliza el transporte de personas a través de las fronteras estatales con fines de prostitución, y que Combs contrató y pagó los viajes tanto de las trabajadoras sexuales como de sus propias novias, cumpliendo así con el delito.
El juez Subramanian, quien el jueves prometió una decisión “muy en breve”, tiene ahora en sus manos el destino inmediato de Combs. Si acepta los argumentos de la defensa, podría anular las condenas y el magnate, que lleva casi un año en prisión, podría quedar en libertad. Si los rechaza, Combs enfrentará su audiencia de sentencia el próximo viernes 3 de octubre, donde la fiscalía ha recomendado una pena de entre cuatro y cinco años de prisión.