La artista catalana anuncia nuevo álbum -Cyclamen- y ficha por dos referentes americanos: el mítico sello Verve Forecast y New Deal, la aventura del productor Blake Mills.
Yes It’s Me, The Goldfish! Es el primer adelanto del cuarto álbum de Núria Graham, Cyclamen. Este cuarto disco, producido por la propia Núria y repleto de ensoñadores y sutiles arreglos orquestales, verá la luz de la mano de los sellos americanos Verve Forecast y New Deal, en una coedición junto a Primavera Labels y Universal Music, un gran paso para la artista catalana.
Yes It’s Me, The Goldfish! representa al primer personaje de los diversos narradores de Cyclamen, un viaje a través de preguntas existenciales, diálogos con la naturaleza, sueños y visiones premonitorias. El piano y una guitarra clásica oxidada, dan paso a la batería de la canción que juega un papel fundamental en la producción, para terminar con una explosión melódica de saxo y flautas. La canción cuenta la historia de un pez dorado que nada dentro de la pecera, mira el futuro a través del cristal y ve lo que se avecina. Es entonces cuando el pez dorado se da cuenta de que dentro de este espacio puede obtener todas las respuestas que ha estado buscando.
El universo visual de Yes It’s Me, The Goldfish! acompaña al proceso musical. La portada está pintada sobre una fotografía en blanco y negro de Ingrid Ferrer, uno de los muchos experimentos en los que Ingrid y Núria han colaborado. La pieza de video, también en blanco y negro, en película de 16 mm fue grabada en una tarde lluviosa en un río de la Cataluña rural dirigido por Marc Cuscó, y luego pintado por Marc, Núria e Ingrid en el laboratorio, cuadro por cuadro con técnicas de pintura experimental. Es un acercamiento humilde a cineastas como Istiaga o Brakhage.
Siguiendo el espíritu DIY, Núria recuperó una idea antigua trabajando en casa, junto a su pareja y colaborador musical Malcus Codolà, quien aportó el pulso de la canción. Una mezcla perfecta de experimentos y felices accidentes. Al mismo tiempo trabajó muy de cerca con Jordi Mora, ingeniero de sonido de Núria, mezclador y colaborador del disco.
Este es el primer capítulo de muchas otras pequeñas fábulas explicadas a través de melodías de viento, texturas de arpa y piano, fagotes, guitarra, riffs caóticos y la voz de Núria narrando todas las historias, como si susurrara con cierta firmeza todas las imágenes que ve. Nos traslada así a su paisaje musical, inspirado en artistas como Scott Walker o Blake Mills, teñido de una paleta de influencias de música clásica y jazz. ¿Es ella el pez del que está hablando? Estamos a punto de averiguarlo.
Créditos Fotos: Ingrid Ferrer Homs