31° FICValdivia anuncia selección oficial de películas en competencia y lista de proyectos de industria

El pasado 27 de Agosto, un día antes del comienzo de FIC Valdivia en Santiago de Chile 2024 (una muestra de cine que tuvo lugar entre los días 28 y 31 de agosto en la Sala K de la Universidad Mayor), se anunció la programación del 31º Festival Internacional de Cine de Valdivia, que tendrá lugar en dicha ciudad de la Región de los Ríos del país trasandino, entre el 14 y el 20 de Octubre del presente 2024.

El encuentro contó con la participación de la Subsecretaria de las Culturas y las Artes, Noelia Salas; Subdirector Ejecutivo Fundación Imagen de Chile, Jorge Cortés; Decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Artes de la Universidad Mayor, Esteban Calvo; Director de la Escuela de Cine de la Universidad Mayor, Guillermo Bravo y el Director de FICValdivia, Raúl Camargo, entre otros. La ceremonia contó además con la presencia de la Embajadora del Estado de Palestina, Vera Baboun, el Embajador de Brasil, Paulo Soares, entre otros invitados especiales.

La ceremonia contó además con la presencia de la Embajadora del Estado de Palestina, Vera Baboun, el Embajador de Brasil, Paulo Soares, entre otros invitados especiales.

Durante la ceremonia se oficializó además la donación de dos proyectores de parte del Goethe-Institut para FICValdivia. Se trata de un 16MM Bauer P8 y otro 35MM Kinoton FP 23, ambos como aporte tras el incendio que quemó, entre otras dependencias este verano, las oficinas del Centro de Promoción Cinematográfica de Valdivia, casa productora del Festival.

  • A SABER

Valdivia es un de las más bellas ciudades de Chile, en la que confluyen tres ríos. Ubicada en el centro sur del mismo, cuenta con un clima oceánico por su cercanía al Pacífico. “La Perla del Sur” o “La Capital Cervecera de Chile”, fue fundada en 1552 por el conquistador español Pedro de Valdivia. Durante la época colonial se la considerada como “la llave del mar del sur”, por poseer una posición estratégica para el directo acceso al océano.

En el año 1960, esta ciudad universitaria que es muy visitada en verano, sufrió junto al resto del sur de Chile, el sismo más intenso registrado en la historia de la humanidad. Alcanzó los 9,5 grados en la escala de Richter, y costó la vida de casi 2000 personas. El temblor fue equivalente a la caída de 23.200 bombas atómicas, y diez minutos después un tsunami con olas superiores a diez metros arrasó las costas del país.

A stones throw Razan Al Salah
  • EL FESTIVAL DE CINE MÁS IMPORTANTE DE CHILE

El festival de cine que logra esa declamación, la justifica por ser uno de los más antiguos en su nación (nace en 1994 a comparación de Viña del Mar que emerge en 1966/67), y por ser una iniciativa que ya suma 29 años de labores ininterrumpidas.

En 1994, el Cine Club de la Universidad Austral de Chile organizó el primer Festival Valdivia Cine & Video. En 1998, bajo la dirección de Lucy Berkhoff, Valdivia Cine & Video pasa a llamarse Festival Internacional de Cine de Valdivia y se sientan las bases de un proyecto más amplio y ambicioso, orientado a apoyar y difundir una muestra que estuviera a la vanguardia a nivel mundial y a perfilar al festival como el referente fundamental del cine chileno.

En noviembre del 2006, el Consejo Directivo de la Universidad Austral de Chile, encomienda la ejecución del festival al Centro Cultural de Promoción Cinematográfica de Valdivia (CPCV), que en conjunto con la Ilustre Municipalidad de Valdivia y el Gobierno Regional, pasarán desde ese momento a asegurar la realización de FICValdivia hasta la actualidad.

El mismo año, Guido Mutis, destacado académico de la Universidad Austral de Chile, asume la dirección del festival. Su gran aporte fue la instauración de una visión más autoral del cine. Su muerte, en 2008, fue un duro golpe para FICValdivia. En 2010 toma el relevo como director el destacado productor Bruno Bettati. Su sello fue ligar de forma más decidida al evento con el cine independiente contemporáneo, internacionalizar el festival y potenciar a Valdivia como plataforma para la industria.

La presente dirección del festival, encabezada por Raúl Camargo, se ha caracterizado por potenciar una mayor cohesión entre la labor de FICValdivia y la del CPCV. Así mismo, se ha puesto énfasis en la relación del festival con la comunidad de la región de Los Ríos, en la reflexión social y en la inclusión, lo que se ha traducido en la realización de actividades en torno al cine durante todo el año.

FICValdivia se ha erigido como un espacio de encuentro para la industria, para los autores locales y extranjeros, y para públicos cada día más diversos. Cada edición del festival es una nueva oportunidad para hacer confluir, en torno al cine, esta necesaria pluralidad de visiones.

La Selección Oficial del festival se caracteriza por un marcado tinte autoral y una explícita vocación de vanguardia, lo que ha repercutido en que muchas películas inicien su palmarés en Valdivia para luego recibir múltiples premios internacionales, acrecentando en poco tiempo la fama de autores y obras que el público chileno ha tenido la oportunidad de conocer en primicia.

Pero además, el festival ofrece una amplia, accesible y atractiva panorámica del séptimo arte, capaz de apelar a la sensibilidad y gusto de diferentes públicos, para contribuir al acercamiento de todas y todos al fenómeno del cine.

  • LA PRESENTE EDICIÓN

Para la presente, se dieron a conocer las Selecciones Oficiales en   Largometraje Oficial, Largometraje Juvenil, Cortometraje Latinoamericano, Cortometraje Infantil y la nueva Selección Oficial Cortometraje Chileno de Escuelas de Cine y Audiovisual.  

Encuentros Australes de FICValdivia anunció la selección 2024 de Cine Chileno del Futuro; son 12 proyectos que participarán este año en el espacio de industrias del Festival Internacional de Cine de Valdivia.

En Con Pochoclos les acercamos las producciones integrantes de la Selección Oficial Largometraje.

Doce películas conforman esta selección competitiva y cuatro de ellas son producciones chilenas. 

Una sombra oscilante (2024) es el primer largometraje de la artista visual Celeste Rojas Mugica, quien en la edición pasada estuvo presente en la sección Tramas  con su primera obra, el corto experimental Estrella Distante. Consolidando su propuesta documental anterior, en esta nueva película experimenta también con la materialidad, indagando en el archivo visual de Lucho Rojas, padre de la directora, fotógrafo exiliado en Ecuador durante la dictadura de Pinochet. Su testimonio y memoria son contados a partir de una visualidad construida a partir de esos negativos guardados, algunos deteriorados y no figurativos, desde donde emerge la experiencia íntima de la resistencia política, de la militancia en el MIR y de la clandestinidad como borradura identitaria. El filme se estrenó internacionalmente en FIDMarseille 2024.

También en la edición 2023, el crítico de cine y escritor Andrés Nazarala obtuvo el premio Sonamos en la categoría Finaliza-Primer Corte en Cine Chileno del Futuro -el espacio de industria de FICValdivia-, con su segundo largometraje Los Años Salvajes (2024), el mismo que hoy integra esta selección. La película sigue el peregrinaje que inicia Ricky Palace, un viejo músico de rock and roll, cuando el bar en el que solía tocar en Valparaíso cierra definitivamente. Sin un espacio, sin mayores contactos y después de haber sido declarado muerto por error en una ciudad que ya no palpita del mismo modo que él, Palace emprende una última travesía personal a través de los barrios pobres del puerto y de sus habitantes, para recuperar algo de su dignidad arrebatada.

También formará parte de la selección Largometraje Oficial Denominación de Origen, la nueva comedia de Tomás Alzamora que vuelve a poner en el centro geográfico a su ciudad natal de San Carlos, en donde filmó su primer largo, La Mentirita Blanca (2017), y en donde ocurre esta historia sobre el alzamiento de sus habitantes cuando la longaniza que produce la comunidad pierde su cetro de la mejor de Chile. En esa pequeña revuelta, Alzamora no sólo parece retratar la idiosincrasia de la Región de Ñuble, sino también condensar como parodia parte de la historia reciente de Chile. 

El último de los títulos nacionales en esta competencia es Cuerpo en Agua, sutil trabajo de Javiera Véliz, quien ya había tenido participaciones previas en FICValdivia cuando su largo Vivir allí no es el Infierno, es el Fuego del Desierto. La Plenitud de la Vida Quedó ahí Como un Árbol (2018) formó parte de la Competencia de Largometraje en la 25° edición. Este nuevo trabajo, además, fue seleccionado en 2019 en la modalidad Desarrollo de Cine Chileno del Futuro y en profundiza en la relación con el ecosistema de la Región de Antofagasta, pero esta vez no en la sequedad del interior, sino en la zona costera de Chañaral de Aceituno, en donde observa el desplazamiento de la fauna marina y su coexistencia pacífica y armónica con la población en un mundo que, con persistencia, se nos presenta como hermoso y abstracto. 

FICVALDIVIA

En sus estrenos extranjeros, FICValdivia ha seleccionado A stone’s throw, de la realizadora palestina Razan Al Salah (Haifa), artista visual radicada actualmente en Canadá que ha indagado en la materialidad de la imagen para exponer las situación de control y la construcción de la identidad del pueblo Palestino a través de los medios digitales. En su corto documental Your Father Was Born 100 Years Old, and So Was the Nakba (2017) utilizó imágenes tomadas de Google Street, que en su tratamiento se vuelven irreales, para rememorar la figura de su abuela en Haifa. La naturaleza de estas imágenes virales es el mismo material con el que construyó Canada Park (2019) obra experimental breve en la que aborda la mecánica de disolución de la imaginería del pueblo palestino en Internet. Para A stone’s throw, su primer largo, Al Salah mantiene su aproximación experimental desde donde relata la vida de Amine, un anciano palestino que sufre un doble exilio al ser expulsado de su tierra, desde Gaza a Beirut, luego a una plataforma petrolífera en la isla de Zirku y a un campo de trabajo en el Golfo Pérsico. Esa historia le permite a la directora rememorar otros momentos de la resistencia palestina remontándose a 1936, en el contexto de la extracción del petróleo y de la lucha palestina en Haifa.

La observación de los bordes de la ciudad de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires es el escenario en el que se sitúa Todo Documento de Civilización, el quinto largometraje documental de la argentina Tatiana Mazú (Buenos Aires, 1989). Allí la cineasta registra la multiplicidad de interacciones y estímulos -transeúntes, automóviles, transporte público, luminarias, propaganda política, publicidad, etc.-, una cotidianidad abigarrada y normalizada desde donde el filme extrae el testimonio de Mónica Raquel Alegre, madre de Luciano Arruga, adolescente de dieciséis años que fue asesinado y su cuerpo desaparecido a manos de la policía bonaerense en 2009. El documental indaga en la personalidad de Arruga, en sus sueños de adolescente, sus expectativas y su inclinación a la literatura, para reconstruir su existencia fantasmal precisamente en ese enclave urbano y anónimo en donde el muchacho transitó en vida.

Desde una dimensión física y material similar a la de Tatiana Mazú, la artista visual y cineasta experimental Annalisa D. Quagliata (Veracruz, 1990) traza un cuestionamiento a la noción de identidad mexicana con ¡Aoquic iez in Mexico! (¡Ya México no existirá más!) (2024), su primer largometraje. Quagliata ha construido una obra previa desde la experimentación en la imagen audiovisual desde donde ha realizado un sinnúmero de trabajos breves, tanto filmes como videoinstalaciones. Muchos de ellos son exploraciones con el formato fílmico y no narrativo en donde el cuerpo y la piel adquieren relevancia. ¡Aoquic iez in Mexico! (¡Ya México no existirá más!) es un intenso caleidoscopio de texturas en el que la autora somete a cuestionamiento el estatuto mismo de Ciudad de México -y su infinidad de iconos culturales-, desde la violencia y el mestizaje en donde la memoria está atravesada por la evidencia de una agresión atávica, un ejercicio que es acompañado sonoramente por la música de la banda punk de Ciudad de México Los Cogelones.

La española Elena López Riera (Alicante, 1982) tuvo un definitivo encuentro con FICValdivia en su edición 29° cuando tres de sus recientes cortometrajes –PuebloLas Vísceras y Los que Desean-, junto a su primer largometraje –El Agua-, fueron exhibidos en el marco de la sección Cineastas en Foco. Este año López Riera retorna al Festival con su nuevo trabajo, el mediometraje documental Las Novias del Sur (2024), estrenado internacionalmente este año en la Semana de la Crítica del Festival de Cine de Cannes. El filme, incluso más autobiográfico que sus trabajos anteriores, se despliega a partir del encuentro con una antigua foto de su madre recién casada y a través de ella la cineasta retorna a su reflexión sobre las herencias familiares y sociales, al peso insoslayable de la tradición y a las convenciones en torno a la libertad y la felicidad femeninas. Su eje de observación en este caso es el estatuto sexual de las mujeres durante el franquismo, que reconstruye a partir de testimonios en torno a la experiencia de la noche de bodas. 

También en Cannes, pero en la sección Una Cierta Mirada, fue el estreno de Viet and Nam (2024), segundo largometraje del vietnamita Minh Quý Trương (Buôn Ma Thuột, 1990), quien ya había llamado la atención en Locarno en 2019 con The Three House, cinta que observa, en la forma de una fábula futurista, la postergación de las minorías raciales en su país. En un sentido similar, en su nuevo largo aborda la situación de la comunidad LGBTIQ+ a partir de la relación que une a Nam y a Viet, dos jóvenes mineros del carbón, cuyas posibilidades de vida juntos se ven atravesada por la precariedad económica, la persecución brutal a la homosexualidad en su país y la necesidad de una vida nueva.  En la retórica que organiza el filme hay un fuerte componente simbólico que busca sintetizar los rasgos más evidentes de la actual Vietnam, tal como lo hiciera antes Minh Quý Trương en The Tree House. En Viet and Nam hay un poderoso sentido de las simetrías corporales, cuya dualidad física y la organicidad de sus nombres funcionan como evidente diagnóstico de la vida en ese territorio. 

Fogo do Vento (2024) es la ópera prima de la portuguesa Marta Mateus (Alentejo, 1984) quien se vinculó en el cine como actriz y guionista antes de abordar la dirección de esta película que intenta ilustrar las imágenes de la juventud e infancia de la realizadora, utilizando para ello de un cúmulo de imágenes que se entremezclan y de personajes que dan cuenta de energía vital de la comunidad vitivinícola de la localidad de Estremoz. El sentido de cohesión se manifiesta en la voluntad coral que organiza la puesta en escena, intensificada pictóricamente por los rituales de la vendimia que el filme pone en imágenes. 

En un escenario distinto, Universal Languaje (2024) pareciera invadir el territorio del cine negro en parte por su línea argumental más evidente: en la ciudad canadiense de Winnipeg dos chicas estudiantes de secundaria encuentran dinero congelado en el hielo e intentan recuperarlo a como dé lugar. Sin embargo, esa anécdota es el punto de partida para una comedia coral que se une a la situación de otros personajes y sus entornos: el líder de un grupo de turistas árabes y el último día laboral de un cansado burócrata del gobierno de Quebec. En ese ejercicio multicultural, el director Matthew Rankin (Winnipeg, 1980) elabora un ácido y deslumbrante cuadro cómico sobre la enajenación de la actual Canadá, exacerbando la perplejidad de sus personajes y el absurdo de las situaciones en un ejercicio visual y rítmico que pareciera tributar, en partes iguales a Jacques Tati y Wes Anderson, en este insólito filme que obtuvo el Premio del Público en la Quincena de Cineastas del reciente Festival de Cine de Cannes. 

El realizador brasileño André Antônio tuvo su primer acercamiento a FICValdivia en 2021 cuando Vênus de Nyke, estilizadísimo estudio sobre la identidad sexual, participó también en Selección Oficial Largometraje. Su nuevo Largo, Salomé (2024) reincide en la relevancia que el realizador le ha otorgado al cuerpo y a la estética kitsch como lenguaje sobre el cual construye sus imágenes. En tal sentido este nuevo largometraje se decanta inicialmente por los códigos del melodrama clásico y cuenta la historia de Cecília, una modelo joven de São Paulo, que retorna a Recife, su ciudad natal, para pasar la Navidad junto a su madre, decisión que la enfrenta al entorno precario y conservador de su adolescencia y la llevará a enamorarse de un vecino que la conduce hacia el culto pagano para resucitar al personaje bíblico Salomé. Esta última vía es la que hace transitar este melodrama fascinante hacia la lógica del cuerpo, la magia y el fetichismo.  

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