Esta crítica no contiene spoilers
Tan solo 25 minutos (o quizás un poquito menos) le bastaron a de la Fuente para mostrar que tan bella es la naturaleza, sobre todo la de Buenos Aires, Argentina. Este corto nos lleva por un recorrido visual y sonoro que muy pocos short films se atreven a trabajar hoy en día. Claramente no es lo mismo un corto más de ficción o incluso documental sobre una persona en específico que el trabajo que aquí ha realizado Flavia.
Como mencionaba anteriormente, la directora juega mucho en lo visual y lo sonoro. Lo visual por los diferentes planos estáticos y extensos sobre los diferentes árboles que se nos van mostrando, y lo sonoro por la tranquilidad que se encuentra en estas fotos. Gracias a este corto uno puede sentirse como si estuviera en una plaza, pudiendo pasar horas y horas eternas mirando a los árboles, como se mueven con el viento, apreciarlos por su naturaleza, disfrutar de la vista. Obtener la paz y la tranquilidad.
Una auténtica locura lo que ha logrado Flavia con La timidez de los árboles. Nunca esta de más detenerse un segundo y ponerse a pensar las bellas imágenes que tenemos a nuestro alrededor, sobre todo algo tan importante como lo son los árboles para los seres humanos.