Esta crítica no contiene spoilers
El cine coreano lo vuelve a hacer. Absolutamente todas las películas coreanas están realmente muy bien hechas y Parasite no solo no se queda atrás, sino que ya es una de mis favoritas en cuanto al cine de este país. Lo que más llama la atención de la nueva película de Joon-ho es la increíble capacidad de utilizar varios géneros y lograr que ninguno se sienta más relevante que el otro. Además, entre todos estos géneros y elementos que utiliza la película están muy bien implementados, logrando que las transiciones de tal género o momento de la película pase directamente a otro sin la necesidad de sentirse forzado o fuera de lugar.
No vamos a hablar con spoilers, ya que se terminaría arruinando la gran mayoría del metraje para las personas que quieran ir a verla, pero Parasite no es la típica película que nos muestra como determinadas familias/personas actúan de forma cotidiana hasta que se les presenta una puerta que puede cambiar el destino de los protagonistas y sus allegados para siempre, sino que toca muchísimos temas en cuanto a la clases sociales, lo que uno está dispuesto a hacer por la familia a coste de lo que sea y todas esas cuestiones de las cuales este tipo de películas logran exponerlo, pero de una forma muy intrigante e impactante que te deja con la boca abierta de principio a fin.
Los personajes principales, que son esencialmente la familia de 4: padre, madre, hijo e hija, se nota que han tenido un desarrollo y un trabajo detrás bastante interesante, ya que sus actuaciones son realmente deslumbrantes, y si bien se sienten como cada personaje es un mundo bastante diferente en comparación a los otros, las diferentes situaciones que van desarrollando y agudizando el conflicto, junto con el espectacular clímax, el film termina por hacer colisionar a todos estos personajes principales en una resolución que termina siendo una verdadera locura. Absolutamente todos hacen bien al momento de pasar por la comedia, por la intriga, por el suspenso y porque no, por muy pequeños momentos algo de terror indirecto en la misma historia.
Otra cosa a destacar del largometraje es la fotografía, un trabajo que fue llevado primordialmente por Kyung-pyo Hong. La banda sonora no se destaca tanto en esta historia, ya que el director se ha encargado de mostrar principalmente las emociones y situaciones que le van sucediendo a todos los implicados y justamente este hermoso trabajo de fotografía logra que como espectadores tengamos la chance de poder adentrarnos más en la situación en específica que recibe cada personaje en cuestión.
En resumidas cuentas, Parasite es un viaje de ida sin retorno en un constante tiroteo de emociones, sentimientos y diversos géneros cinematográficos excelentemente llevados a cabo que nos van a dejar sin aliento al llegar a uno de los clímax más impresionantes de los últimos años del cine. Totalmente recomendada.