Crítica por Federico Vargas
El bendito turno noche. Podríamos decir que Iván Bustinduy, director de este cortometraje, usa como referencia las miles de anécdotas e historias sin una explicación concreta que le han pasado a muchos trabajando en el turno noche de su empresa, fábrica y un gran etcétera, convirtiéndolo en un relato mucho más interesante e innovador.
El segundo hombre se nutre de esas cuestiones y nos ofrece una historia interesante, con situaciones medio raras y que con el pasar de los minutos nos incrementarán el suspenso y sobre todo la interrogante de lo que está pasando. Sin la necesidad de jugar tanto con la explicación, este cortometraje logra mantener el misterio de principio a fin para que el espectador se mantenga expectante sobre lo que puede (o no) pasar en la trama.