Crítica por Santiago Bárcena.
Re Granchio, film dirigido por Alessio Rigo de Righi y Matteo Zoppis, es una película verdaderamente particular. La historia narra no la vida, sino la leyenda de la vida de un joven italiano enamorado a fines del siglo XIX, quien se encuentra en una serie de eventos que cambiarán para siempre su destino. La naturaleza del film ligada al relato encuadrado logran una sensación de épica o de cuento folclórico regional, y ambos justifican tanto ciertos sucesos irónicos de la narración así como su tinte mítico.
En cuanto a la dirección y fotografía, la imágenes que logra el equipo de la película son absolutamente espectaculares, y dan cuenta de la característica palpablemente trascendente, asociada a la ambición a la que apunta la película. La historia en sí, se encuentra en dos partes que, si bien pueden considerarse hasta cierto punto independientes, conforman una unidad inherentemente rítmica dentro de este gran poema que se titula Re Granchio.
Es un film hecho que se beneficia de más de un visionado, puesto que su construcción narrativa (que, al principio, podría parecer embarrarse con un abrupto quiebre hacia la mitad de la obra) casi en toda oportunidad logra mantener la coherencia, y no abandona en oportunidad alguna la atención total del público.