Crítica por Santiago Bárcena
What Do We See When We Look at the Sky?, película de Alexandre Koberidze, se trata de un film especial. Trata sobre un (des)encuentro amoroso, y explora (añadiendo elementos de tinte fantástico), a un par de personas que se buscan el uno al otro para volver a ver, a pesar de las complicadas maquinaciones del destino.
La película evidencia (y este es uno de sus puntos más fuertes) la presencia de su narrador en repetidas ocasiones, visibilizando el propio artificio de la narración cinematográfica, y esta es una decisión acertada, puesto que asumir esta característica de la narración hace que la misma fluya con libertad, lejos de buscar convencer a la audiencia sobre el nivel de su verosimilitud con la existencia mundana (por lo menos en un principio, puesto que también se afirma que “estas cosas suceden todo el tiempo”).
El ritmo del film muchas veces puede llegar a agobiar a los espectadores, debido también a la gran cantidad de escenas cuya relación intrínseca con la historia a narrar es, cuanto menos, críptica. Sin embargo, podría afirmarse que, a pesar de no avanzar la trama, estos momentos constituyen parte de la hipótesis del film en relación a la (in)utilidad del arte y, además, la belleza innegable de sus imágenes, sumadas al ojo por momentos desapegado, pero en otros más cálido, de la cámara ayudan a sobrellevar los extensos intervalos reflexivos durante el transcurso del film (cuyo valor artístico es innegable, pero cuyo uso también podría tildarse de desequilibrado).
La película, en resumen, es una experiencia a vivirse, con todo lo que ello conlleva. Desafía al espectador en más de un aspecto, así como también las reglas de la gramática clásica del cine, en pos de una reflexión diferente sobre el amor, las relaciones humanas y el arte.