Los amantes del cine de terror y comedia tienen una cita impostergable. A semanas de su estreno, Hay Algo en el Bosque ya cosechó miles de interesados y fanáticos en Star+.
En sus reseñas, tanto críticos como espectadores destacan la figura de la Mandrágora y la construcción de un gran universo fantástico de Hay Algo en el Bosque. Por eso hoy les compartiremos algunas curiosidades de su producción que no se pueden perder.
Los hechizos son reales
Todos los hechizos de la primera temporada fueron escritos por la lingüista y especialista en literatura fantástica Marina di Marco. Los hechizos tienen su propia coherencia lingüística y gramática y hasta tienen una traducción precisa. El “idioma” de estos hechizos es una mezcla entre español antiguo, italiano y glíglico (un idioma inventado por el escritor Julio Cortázar).
Orden cronológico
Al principio del segundo episodio, cuando Luna revisa la lista de inquilinos, podemos ver más específicamente en qué fechas transcurre realmente cada capítulo. Cosme y Saray del Episodio 1 (usando los nombres falsos “Jorge y Sandra”) llegan el 1 de septiembre. Andoni del Episodio 7 llega el 8 de enero, por lo que la primera temporada de “Hay Algo en el Bosque” transcurre durante un período de cinco meses. Hay una inquilina llamada María Ruiz que aparece en la lista, pero que no aparece en ningún episodio.
El monstruo favorito
Mario Campoy tuvo apenas tres meses para diseñar y construir a la Mandrágora animatrónica del segundo episodio. El personaje contaba con dos marionetistas que la manejan por control remoto: uno de los controles se encargaba de mover la cara y cambiar las expresiones, mientras que el otro se encargaba de los movimientos de las manos y el resto del cuerpo.
Un director muy comprometido
Durante la escena de las cuevas (en el tercer episodio), el equipo tenía tan poco tiempo para filmar el climax que Gastón Haag tuvo que dirigir todo desde adentro del huevo en el que aparece su personaje.
Un easter egg más que especial
Cuando Nerea busca resultados de vídeos de cómo deshacerse de un cadáver, el primero que le aparece es un video del youtuber Kira666. Nicolás Amelio-Ortiz, director del capítulo cuatro y creador del popular canal de YouTube ZEPFILMS, diseñó él mismo la miniatura del video para darle más realismo y, según él, para que el video realmente tenga visitas si es publicado en YouTube.
El árbol maldito
Durante todo el episodio seis hay un árbol de Navidad que persigue a los personajes en el fondo de cada encuadre. Esto fue una idea de Gastón Haag y el director de fotografía Ernesto Báez para volver el capítulo aún más ridículo pero también para tener una iluminación navideña en el fondo de todos los planos. El momento más insólito es al final del episodio, que el árbol aparece dentro y fuera de la camioneta.
Un final plagado de detalles
Hay varias referencias a “La vida es sueño” de Calderón de la Barca durante todo el episodio ocho. Nicolás Amelio-Ortiz dice que su bisabuela le recitaba siempre las últimas estrofas de la obra cuando él era chico (¿qué es la vida? un frenesí, ¿qué es la vida?, una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son) y durante la escritura del capítulo, las tuvo muy presentes. La vida es sueño se convirtió en el motivo narrativo principal del último episodio.