Crítica por Federico Martín Vargas
Puede que no sea algo que suceda en el 100% de los casos (aunque eso lo confirmarán cada uno de las filmaciones), pero Action es, sin dudas, un divertidísimo cortometraje que nos muestra un día (complicado) de rodaje en una película. Los actores, que hacen muy bien su trabajo, demuestran todo tipo de situaciones divertidas y una más loca que la otra para que podamos reírnos sin pausa durante seis minutos continuos
Benoît Monney logra combinar un montón de situaciones y personajes en tan poco tiempo, que resulta en ser un corto mucho más satisfactorio de lo que parece. No decepciona en ningún momento.