Crítica por Federico Vargas
La industria pornográfica siempre estuvo en el “ojo de la tormenta” con respecto a la opinión pública sobre si debe existir o no. No vamos a entrar en esos debates que parece que cada día son más interminables, pero si podemos tener una noción de lo que sucede con esta producción suiza-francesa-holandesa Pleasure, dirigida por Ninja Thyberg.
Thyberg se animó a contar una historia, que ante todo, es bastante dura y por momentos muy explícita sobre la industria del porno, sobre todo para las “amateurs” que recién están empezando en este mundo. De ahí parte la historia de esta película, con Bella, una sueca que se dirige a Estados Unidos (más concretamente Los Ángeles) para poder ser la nueva estrella porno mundialmente reconocida.
La directora se encarga de meter toda la carne al asador con Pleasure, tomando como eje central la industria pornográfica y que a su vez podemos encontrar momentos de abuso, poder, traiciones y venganzas. La película tiene un ritmo bastante ligero, por lo cual podemos observar que lo que se cuenta está bien estructurado y a medida que pasa cada momento, la tensión va aumentando.
Sofia Kappel hace una actuación maravillosa, principalmente por todo lo que su personaje tiene que atravesar de principio a fin. Hay escenas que realmente logran impactar al espectador y su actuación solo potencia aún más las diferentes sensaciones que se pueden experimentar. Incluso podemos decir y catalogar a Pleasure como una película incómoda, porque estamos viendo el “detrás de escena” de todo tipo de producciones pornográficas (algunas más repulsivas que otras) y a eso se le va sumando el aspecto narrativo de la protagonista y todo lo que vive.