Del guionista y director Ari Aster, una de las mentes más inventivas del cine actual, llega un delirante viaje a lo desconocido con Beau tiene miedo.
Interpretado por Joaquin Phoenix, ganador de un Oscar, en una actuación virtuosa que va de lo físico a lo emocional y psicológico, a menudo en la misma escena, Beau Wassermann cobra vida en la pantalla como pocos personajes de ficción lo han hecho.
“Beau es alguien cuyo desarrollo se ha visto seriamente atrofiado”, señala Aster. “Hay muchas cosas no resueltas en su interior o que él no comprende. Está paralizado por la ansiedad, atrapado en sí mismo, y básicamente suspendido en un estado similar al de la adolescencia”.
Inundada de temas edípicos, Beau tiene miedo comienza en el caos chillón del parto, anunciando inmediatamente la dinámica central madre-hijo de la película, que es tensa incluso antes de que Beau salga del vientre de su madre Mona. Presentado como un adulto severamente herido que vive en un departamento deteriorado en una ciudad sin nombre, Beau carga con el peso de una madre autoritaria y de un padre ausente, cuyo destino genético es una de las bromas recurrentes más extravagantes de la película.
“La dinámica central entre Beau y Mona es… tirante, y la naturaleza de su relación conforma el misterio central de la película”, comparte Aster.
Si los padres proyectan sus ansiedades en sus hijos, Beau es una de las proyecciones más memorables del cine, ya que refleja los miedos y las expectativas que Mona tiene de él de una forma salvaje y a veces disparatada: su vida en la película es una serie de los peores escenarios oscuramente divertidos, ya que se ve atacado por incendios eléctricos, delitos menores, extraños demasiado amistosos, una compañía de teatro ambulante y cosas peores. Suficiente para preocupar a cualquier madre, aunque está claro que el mayor temor de Beau es decepcionarla. ¿Y si toma la decisión equivocada?
Al comienzo de Beau tiene miedo, la decisión que Mona quiere que tome por encima de todo es que se tome un avión y vaya a visitarla, pero entre ellos existen barreras físicas y psicológicas. Armen Nahapetian, quien interpreta al pequeño Beau de 13 años durante una secuencia retrospectiva a mitad de la película, comparte: “La relación de ellos es complicada porque Mona da demasiado amor, del tipo incontrolable que puede crear ira y resentimiento entre quien lo da y quien lo recibe. La forma que tiene Mona de dar amor es controlando a Beau. En cuanto a Beau, que no es el mejor demostrando emociones, tiene problemas para demostrar y devolver amor. Mona se lo toma muy personal”.
Fuente: Diamond Films