El actor Channing Tatum, que finalmente logró un lugar en el Universo Cinematográfico de Marvel como Gambit en Deadpool and Wolverine, confesó que años atrás intentó ingresar a la franquicia con un papel muy distinto: el de Thor. En una entrevista con Variety, recordó su fallido casting para la película dirigida por Kenneth Branagh en 2011, experiencia que terminó marcando su carrera de una forma inesperada.
Tatum admitió que nunca sintió un deseo real de convertirse en el Dios del Trueno, pero sí quería audicionar frente al prestigioso director británico. Sin embargo, la prueba fue un desastre. Tras una primera toma, Branagh le pidió que dejara de moverse y colocara las manos sobre una silla, algo que lo descolocó por completo. El actor reconoció que esa experiencia lo llevó a pasar cinco años trabajando en la quietud y el control físico como parte de su proceso actoral.
El papel terminó en manos de Chris Hemsworth, mientras Tatum continuó desarrollando su sueño personal: llevar a Gambit a la gran pantalla. Durante varios años impulsó un proyecto en solitario con el mutante de Nueva Orleans, que incluso tuvo fecha de estreno en 2016 y llegó a sumar a Lizzy Caplan como coprotagonista. Sin embargo, el filme sufrió retrasos, reescrituras y finalmente se canceló tras la compra de Fox por parte de Disney.
En 2022, Tatum reveló que quedó “traumatizado” por la caída del proyecto de Gambit, tanto que evitó ver películas de Marvel durante un tiempo. Aun así, su perseverancia terminó dando frutos: con su debut oficial en Deadpool and Wolverine, el actor cumplió su sueño de interpretar al héroe que siempre consideró su alter ego dentro del mundo de los cómics.