Colman Domingo se sumó al elenco del nuevo thriller de Gus Van Sant, Dead Man’s Wire, atraído por la fuerza y actualidad del tema que aborda la película. El film, ambientado en 1977, relata la historia real de Tony Kiritsis, un desarrollador inmobiliario que tomó como rehén a su corredor tras quedar atrasado en el pago de su hipoteca. Bill Skarsgård interpreta a Kiritsis, un hombre común que se siente marginado y estafado por el sistema. Durante la conferencia de prensa en el Festival de Venecia, Domingo subrayó: “Esto trata sobre alguien que siente que no tiene recursos ni poder en el mundo. Necesitamos contar estas historias una y otra vez, porque es lo que pasa cuando la gente está contra la pared. Podemos prevenirlo si examinamos a estas personas como seres humanos”.
La película competirá en la sección oficial del festival y cuenta también con las actuaciones de Myha’la, Cary Elwes y Cassian Elwes, quienes acompañaron a Domingo en la presentación. Skarsgård, en cambio, no pudo asistir debido a compromisos laborales en Australia. “Los productores están preocupados por dejarlo viajar, pero no es por falta de entusiasmo”, explicó Cassian Elwes.
En diálogo con Variety antes del estreno, Van Sant explicó que siempre se sintió atraído por los relatos de marginados, algo que caracteriza gran parte de su filmografía, con títulos como Drugstore Cowboy, My Own Private Idaho y Good Will Hunting. “Historias sobre un individuo contra todo un sistema son algo a lo que respondo emocionalmente”, aseguró.
Aunque los hechos ocurrieron en los años 70, el director considera que la trama mantiene una fuerte resonancia en la actualidad. Van Sant citó como ejemplo el tiroteo cometido por Luigi Mangione contra un ejecutivo de la salud en diciembre pasado, un caso que le hizo pensar en los paralelismos entre la historia real de Kiritsis y la violencia social contemporánea. “Nos dimos cuenta de que estábamos contando una historia que también ocurre hoy”, afirmó.
En la rueda de prensa, Van Sant agregó que la reciente elección presidencial en Estados Unidos también influyó en la percepción de la película. “Hay cosas que están convergiendo con nuestro proyecto. Pensamos: ‘¿Es bueno o malo?’ Fue interesante. Probablemente nos afectó mientras filmábamos, pero no cambiamos nada”, señaló.