El mundo del espectáculo se encuentra en estado de shock tras confirmarse una tragedia en Los Ángeles. El legendario director y actor Rob Reiner, de 78 años, fue hallado sin vida junto a su esposa, Michele Singer, en su residencia de Brentwood este domingo por la tarde. Según informó el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), el caso está siendo investigado como un doble homicidio, ya que los reportes indican que la pareja sufrió heridas fatales por apuñalamiento, marcando un final abrupto y violento para una de las figuras más influyentes del cine estadounidense.
La familia, devastada por el suceso, compartió su dolor a través de un comunicado oficial: “Es con profunda pena que anunciamos el trágico fallecimiento de Michele y Rob Reiner. Estamos desconsolados por esta pérdida repentina y pedimos privacidad durante este momento increíblemente difícil”. Este terrible suceso ocurre en un momento en que Reiner se mantenía activo profesionalmente; su proyecto más reciente fue Spinal Tap II: The End Continues, la esperada secuela del falso documental de culto de 1984 que lo catapultó a la fama como director.
Hijo del icónico comediante Carl Reiner, Rob comenzó su carrera brillando frente a las cámaras como “Meathead” en la serie All in the Family, rol por el cual ganó dos premios Emmy. Sin embargo, su legado se consolidó detrás del lente, dirigiendo clásicos que definieron décadas, como la entrañable Stand By Me, la fantasía de The Princess Bride, el thriller Misery y la comedia romántica por excelencia, When Harry Met Sally…. Cofundador de la productora Castle Rock Entertainment, Reiner demostró una versatilidad única, capaz de transitar desde el humor improvisado hasta dramas judiciales intensos como A Few Good Men.
Además de su inmensa huella artística, Reiner fue una voz progresista fundamental en la comunidad de Hollywood, destacándose por su activismo político y social. Fiel a sus principios, alguna vez declaró: “Entré en este negocio para expresarme y contar historias, no solo para producir un producto”. A la pareja le sobreviven sus hijos Jake, Nick y Romy, así como la actriz Tracy Reiner, hija adoptiva de Rob de su primer matrimonio con Penny Marshall. Las autoridades continúan la investigación para esclarecer los hechos de este crimen que ha enlutado a la industria.