Esta crítica contiene pequeños spoilers
Warner lo vuelve hacer (en todo sentido de la palabra). La compañía nos vuelve a traer una película para que disfrute toda la familia por igual gracias a los Looney Toons, al igual que en el año 1996.
Malcolm D. Lee (director de la película) y compañía nos traen a los cines una película que merece ser vista en la pantalla grande. Algo parecido a lo que vivimos a principios de año con Tom y Jerry para volver a los cines. ¿Cuál es la diferencia ahora? Los Looney Tunes vienen de una manera recargada.
La película está repleta de chistes con una gran cantidad de humor sano y que son para toda la familia. Space Jam: A New Legacy es una historia simple, pero que funciona a la perfección con el giro de tuerca que se necesitaba para llevar la película del 96 a la actualidad sin ser un reboot o peor aún, un remake.
La secuela también cuenta con buenos guiños, no solo a su antecesora, sino a todo el universo “WarnerMedia”. Aunque cabe aclarar que en todo el primer acto casi no tiene protagonismo los Toons, porque esta centrado en la familia del personaje Lebron James. Pero ya para el segundo acto toman el protagonismo que merecen con un momento de brillar para cada uno de ellos, salvo por Speedy Gonzales que tiene lo mínimo posible en pantalla.
Párrafo aparte y aclaración de lo de Speedy: Esto no se debe a que haya muchos personajes en la película y por eso tiene poca participación, sino que las creencias de la gente de hoy en día aseguran que Speedy Gonzales es un personaje creado a partir de los estereotipos de los latinos, dejando así a todos los fanáticos de este personaje sin poder disfrutarlo como se debe.
Sin embargo y a pesar de estas pequeñeces, la nueva entrega de Warner Bros es muy buena y disfrutable, además de que el ritmo de esta hace esas supuestas 2 horas de duración pasen volando. Space Jam: A New Legacy sin duda una película que todo el mundo debe ver