Wreck-It Ralph es una película animada estadounidense dirigida por Rich Moore
Esta crítica no contiene spoilers
Ralph el Demoledor es una de mis películas favoritas del 2012 y animadas de todas las que he visto hasta ahora. Considero que la película no es solamente buena porque juega con el factor nostalgia de las clásicas máquinas arcade de las cuales todos y todas seguramente hemos jugado aunque sea una sola vez en nuestras vidas. Sino que también el contexto del film, los personajes y sobre todo el mensaje que nos deja al final logran que la animación dirigida por Rich Moore sea un producto súper interesante.
No es 100% original en cuanto a la trama que presenta, ya que a fin de cuentas, con el pasar de los minutos se puede ir sabiendo cómo terminará y que tan predecibles pueden ser ciertas situaciones. Pero lo importante radica, tal cómo mencionaba antes, en los mismos personajes (tanto protagónicos como secundarios) que se van desenvolviendo entre ellos y por si mismos mientras va avanzando la historia. Tanto Ralph como Vanellope tienen una química espectacular y son los dos mejores del film. Aunque los demás no se quedan atrás.
Los diferentes escenarios que tenemos a lo largo del film también son muy buenas, debido a que tienen esa caracterización de ciertos juegos de máquinas arcade los cuales son explorados por nuestros personajes principales. El que más me gustó fue el de Sugar Rush, con un sin fin de locaciones y personajes coloridos que son muy divertidos y a su vez, muy pintorescos. Y de más está decir la gran cantidad de referencias que contiene este largometraje, tanto directas como indirectas, todas funcionan de maravilla.
“Soy malo y eso es bueno. Yo jamás seré bueno, y eso no es malo. No hay nadie quien quiera ser además… de mí.”, una de las mejores frases que nos han otorgado las películas de Disney-Pixar, dejando un verdadero mensaje sobre la aceptación de uno mismo y cómo eso debe repercutir en nuestro seres queridos y los que estén a nuestro alrededor. Ralph el Demoledor logra ser una relato divertido, hermoso en aspectos técnicos y muy conmovedor gracias a un buenísimo mensaje de aceptación personal.