Disney y Marvel han decidido proteger con firmeza su franquicia de Deadpool frente a un conflicto legal cada vez más complejo que involucra a Justin Baldoni y Blake Lively. En el marco del juicio por difamación y extorsión iniciado por Baldoni —director y protagonista de It Ends With Us— contra Ryan Reynolds y su esposa, Disney busca frenar el acceso de los abogados del actor a cualquier información relacionada con el desarrollo de Deadpool & Wolverine y, particularmente, del personaje satírico “Nicepool”, presuntamente una burla directa a Baldoni.
El estudio ha solicitado formalmente a un juez que limite o suspenda el acceso a documentos relacionados con la producción de la película, argumentando que se trata de material altamente confidencial, vinculado al futuro del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU). La defensa de Baldoni sostiene que Reynolds actuaba como “agente” de Lively y que, por lo tanto, su participación en esta supuesta difamación debe ser investigada. Además, alegan que Nicepool es una representación maliciosa de Baldoni, reforzando su reclamo de daño a la reputación.
En medio de esta disputa, Marvel insiste en que revelar cualquier detalle sobre su franquicia podría perjudicar proyectos aún no estrenados y afectar la conexión narrativa del MCU. Mientras tanto, Baldoni y su equipo legal han propuesto limitar la solicitud de documentos solo a comunicaciones relacionadas con Reynolds y el personaje cuestionado, señalando que la película ya fue lanzada y los archivos pueden mantenerse confidenciales bajo orden judicial.
Este enfrentamiento judicial, que incluye reclamos por más de 400 millones de dólares y acusaciones cruzadas de difamación, acoso y manipulación mediática, tiene fecha de juicio para marzo de 2026.
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