El cine latinoamericano sigue mostrando talento creativo, pero enfrenta un panorama económico complejo, marcado por financiamiento inestable, precios bajos y distribución fragmentada, según productores y financistas reunidos en el Creative Investors’ Conference de San Sebastián. Javiera Balmaceda de Amazon MGM Studios destacó que apostar por géneros poco tradicionales, como la acción ambiental en la chilena “Sayen”, permite llevar producciones locales más allá de la región y planear estrenos teatrales de futuros proyectos mexicanos como “Venganza”.
Sin embargo, la asistencia local a los cines sigue siendo limitada. Juan de Dios Larraín, de Fabula, señaló que solo el 3% de la audiencia en Chile ve cine latinoamericano. Además, los precios de las entradas no reflejan la inversión de las producciones: películas de bajo presupuesto compiten al mismo precio que grandes superproducciones internacionales. En Brasil, el idioma añade otra barrera: según Laura Rossi de MUV Capital, solo un pequeño grupo de directores logra que sus filmes crucen fronteras, mientras otros dependen del reconocimiento en festivales.
La construcción de audiencias se da de forma incremental. Katrin Pors, productora de Snowglobe, indicó que aunque los filmes latinoamericanos tengan limitaciones de público, los festivales permiten crear una base consistente en distintos países, destacando la importancia de co-producciones, elenco sólido y escalas adecuadas para competir internacionalmente. La fragmentación en la distribución puede ser un aliado financiero, argumentó Rossi, ya que más distribuidores locales pueden negociar mejores condiciones que los acuerdos pan-regionales.
Los panelistas coincidieron en que la industria necesita mayor estabilidad y modelos financieros sólidos. La experiencia de Brasil con “I’m Still Here”, completamente financiada de manera privada, y la política de reembolsos de Colombia, muestran cómo la independencia del financiamiento gubernamental puede ser clave. El consenso apunta a que, para mantener el impulso creativo de décadas pasadas y consolidar la presencia global del cine latinoamericano, será necesario equilibrar talento, estrategia de distribución y planificación económica.