El actor y estrella de acción Frank Grillo, conocido por su implacable energía en pantalla y por interpretar a duros veteranos tanto en Marvel como en DC, atraviesa uno de los momentos más reveladores de su carrera. A sus 60 años, mantiene una forma física que parece desafiar el tiempo y continúa sumando proyectos de alto perfil, entre ellos la esperada secuela “Superman: Man of Tomorrow”, donde volverá como Rick Flag Sr. Sin embargo, según el propio intérprete, la verdadera revolución en su vida no vino de un set de filmación, sino de un profundo cambio personal impulsado por la sobriedad y una inesperada incursión en los psicodélicos. “La actuación me dio a mis hijos y a mí una vida increíble… no puedo creer que llegué hasta aquí”, confesó.
Grillo asegura que abandonar el alcohol lo volvió más claro y presente, pero su auténtica metamorfosis surgió a partir de una experiencia mística: el consumo de Bufo, un potente compuesto extraído del veneno del sapo del río Colorado. “Hice un poco de hongos —microdosis y algunos viajes más intensos— pero lo que realmente cambió mi perspectiva fue fumar Bufo”, explicó. Luego añadió: “La experiencia dura unos 15 minutos y salís entendiendo que no existe un yo y un vos, o un nosotros y ellos… estamos todos conectados”. Esta revelación, dice, lo volvió más paciente, más centrado y más abierto a afrontar su carrera con una serenidad que jamás había conocido.
Pese a su nuevo enfoque espiritual, el actor no desacelera. Además de alistarse para una nueva temporada de “Tulsa King” junto a Sylvester Stallone —a quien admiraba desde niño—, se prepara para rodar durante diez semanas la secuela de Superman bajo la dirección de James Gunn. “Mi personaje es una parte importante de la historia, así que estoy muy entusiasmado”, afirmó. Grillo también viene de completar el rodaje de “Override”, un thriller de supervivencia futurista que coprotagoniza con Maria Bakalova y que, según él, le permitió explorar facetas que no había mostrado antes. “Hay mucho que puedo aprender de esta joven actriz”, reconoció.
En esta etapa más introspectiva, Grillo dice estar concentrado en lo esencial: su familia, su bienestar y su oficio. Vendió su mansión de Hollywood Hills para desprenderse de lo que “lo estaba frenando” y dedica la mayor parte de su tiempo a sus tres hijos, quienes también muestran interés por la industria. “Cuando ya no esté, espero que piensen: ‘Papá era un buen tipo, de verdad lo intentó’”, expresó. Y sobre trabajar bajo la dirección de su hijo mayor en The Resurrection of Charles Manson, fue tajante: “Es mi hijo, ¿estás bromeando? Claro que iba a hacerlo”. Para Grillo, después de décadas de luchar desde abajo, esta fase de su vida representa algo más profundo que la fama o los músculos: es la versión más libre y auténtica de sí mismo.