Este verano, los grandes taquillazos de Hollywood estuvieron nuevamente bajo la dirección exclusiva de hombres. Directores como Gareth Edwards (Jurassic World: Rebirth), James Gunn (Superman), Joseph Kosinski (F1) y Len Wiseman (Ballerina) dominaron la cartelera, mientras que las mujeres solo dirigieron algunas películas de menor presupuesto, como “Freakier Friday” (Nisha Ganatra) y “Materialists” (Celine Song). Esto refleja una persistente desigualdad de género en los proyectos con mayores presupuestos y visibilidad, que también suelen ser los más rentables.
Aunque en 2015 el crítico Richard Roeper planteó que las directoras independientes podrían escalar a grandes producciones, la realidad sigue siendo otra. Según el Celluloid Ceiling 2024, solo el 11% de los directores en las 100 películas más taquilleras fueron mujeres, frente al 32% en películas independientes de menor presupuesto, según el informe Indie Women 2024-25. Esto evidencia un sistema que favorece sistemáticamente a los hombres en los proyectos más lucrativos y de mayor visibilidad.
El desequilibrio también se refleja en otros roles detrás de cámara: el 16% de los guionistas de grandes producciones y el 5% de los directores de fotografía son mujeres, mientras que en películas independientes estas cifras suben al 33% y 13%, respectivamente. Décadas después de campañas de concienciación como las de Guerrilla Girls, que advertían que “el Senado de EE. UU. es más progresista que Hollywood”, la situación apenas ha cambiado: actualmente, las senadoras representan el 26%, mientras que las directoras de grandes filmes son apenas el 11%.
Para la profesora Martha M. Lauzen, fundadora del Center for the Study of Women in Television and Film, estos números muestran que las mujeres siguen siendo un recurso infrautilizado en Hollywood. Las barreras estructurales que han permitido a los hombres acceder a las grandes producciones aún no se han replicado para las mujeres, y podrían pasar generaciones antes de que se vea un cambio real en la representación de directoras en blockbusters de alto presupuesto.