En el Día Mundial del Patrimonio Audiovisual, que se celebra todos los 27 de octubre desde 2005, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), a través de su Cinemateca Nacional, ratifica su compromiso en la adopción de políticas públicas orientadas a la preservación, conservación y promoción de nuestro acervo audiovisual.
Este año, el homenaje se impulsa bajo el lema “Una ventana al mundo”, y tiene el objetivo de honrar a los profesionales, instituciones y entidades que se encargan de preservar sus patrimonios audiovisuales. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el patrimonio es el legado cultural que recibimos del pasado, vivimos en el presente y transmitiremos a las generaciones futuras. Tiene el potencial de promover el acceso a la diversidad cultural y su disfrute, enriquecer el capital social y conformar un sentido de pertenencia individual y colectivo, que ayuda a mantener la cohesión social y territorial.
En ese sentido, es fundamental la labor que lleva adelante la Cinemateca Nacional INCAA. Entre sus actividades, se promueve un acceso democrático al material fílmico a través de festivales nacionales e internacionales, de funciones especiales que se realizan en el Cine Gaumont y de proyecciones en instituciones culturales y artísticas. Entre sus proyectos se destacan la recuperación de dos obras, de 1927, de Renée Oro, una de las documentalistas argentinas más prolíficas: Las naciones de América y El stati de Santiago del Estero. Ambas fueron proyectadas por primera vez en la 37ª edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, y fueron acompañadas por la edición del libro Por las Naciones de América. El cine documental silente de Renée Oro (estudio histórico y técnico).
Este material fue elegido por el Museo de Arte Moderno (MoMA) de la ciudad de Nueva York, para proyectarse en conmemoración del décimo aniversario del Proyecto Mujeres Pioneras del Cine (WFPP) que impulsa la Biblioteca de la Universidad de Columbia. La Cinemateca Brasileña también mostró especial interés en el trabajo de recuperación realizado por la Cinemateca Nacional, y prevee realizar proyecciones especiales de los materiales.
De manera cotidiana, en la Cinemateca se delinean permanentemente trabajos de reordenamiento de depósitos y reactualización del inventario existente, para obtener información cuantitativa y cualitativa a través de protocolos de trabajo y técnicas de relevamiento de existencias. Además, desde la conservación interventiva se inspeccionan técnicamente las películas para su identificación, tratamiento, intervención, cambio de contenedor y rotulación.
También se está trabajando en la realización de la cuantificación de los fondos y colecciones, la identificación del sistema de organización, el relevamiento físico de existencias, el conteo e identificación (información cuantitativa), el relevamiento de instrumentos de control –captura de datos y de información disponible tales como fichas e inventarios– y la identificación de agrupaciones, procedencia y derechos del material.
En el marco de las políticas de preservación, recientemente se realizó el traslado de más de trescientos contenedores de material fílmico a base de nitrato de celulosa. Una acción fundamental para garantizar la preservación y conservación de más de setenta títulos audiovisuales que forman parte de nuestro patrimonio cultural. El material fue alojado en un contenedor refrigerado adaptado como bóveda en el Regimiento de Artillería N° 1 Brigadier General Tomás de Iriarte de la Guarnición Militar Campo de Mayo, ubicado en el partido de San Miguel, Buenos Aires. El nuevo espacio cuenta con los requerimientos técnicos necesarios para la preservación óptima del material fílmico según las normativas de seguridad establecidas. Entre el material preservado se encuentran Ayúdame a vivir (1936), Muchachos de la ciudad (1936) y Besos brujos (1937), de José Agustín Ferreyra; El comisario de Tranco Largo (1942), de Leopoldo Torres Ríos; Cuando la primavera se equivoca (1944), de Mario Soffici; El fin de la noche (1944), de Luis Saslavsky y Alberto de Zavalía; La dama duende (1945), de Luis Saslavsky; Los árboles mueren de pie (1951), de Carlos Schlieper; y La cumparsita (1947), de Antonio Momplet. Además, se suman varios documentales de la Subsecretaría de Información Pública de los años 1940: Primavera sin nieve, Algodón, Nahuel Huapi y Cacería del zorro (un cortometraje del Instituto Nacional de Cinematografía).
Otra de las iniciativas que está realizando la Cinemateca es el Censo Nacional de Acervo Audiovisual. Se trata de una acción que comenzó el 27 de octubre de 2022 y que tiene como objetivo generar un mapeo del material audiovisual que se preserva en el país. También busca promover buenas prácticas, lineamientos y/o procedimientos comunes para el tratamiento de los archivos guardados. El proyecto permite concientizar sobre la importancia de la existencia y la correspondiente conservación, gestión y acceso de esos acervos para el país, otorgando la posibilidad de evaluar, elaborar y llevar adelante una política de gestión documental integral conjunta, además de orientar al investigador y al ciudadano en general en la búsqueda de fuentes primarias.
A partir de esta iniciativa, el INCAA lanzó hoy el primer Mapa Nacional del Acervo Audiovisual, una herramienta de consulta que permite a las ciudadanas y ciudadanos conocer la localización y distribución de los diferentes acervos existentes en nuestro país. A través de este mapa se pueden identificar y localizar las instituciones -públicas y privadas- y las empresas o coleccionistas que tienen resguardadas obras, materiales, archivos que integran el acervo audiovisual nacional.
El Censo Nacional de Acervo Audiovisual y el Mapa Nacional del Acervo Audiovisual surgen del trabajo conjunto entre la Cinemateca Nacional y el Observatorio Audiovisual del INCAA, y de la colaboración y participación de instituciones de gestión pública y privada, de personas físicas y de organizaciones no gubernamentales. El Censo continua abierto y se pueden ingresar nuevos registros.
Finalmente, con el surgimiento de archivos y cinematecas provinciales, la Cinemateca lleva adelante políticas de cooperación e intercambio de buenas prácticas a lo ancho y largo del país.
La Cinemateca Nacional del INCAA realiza una tarea estratégica con relación al patrimonio audiovisual de nuestro país, promoviendo el acceso a la diversidad cultural y su disfrute. Desarrolla su labor siguiendo un planeamiento basado en cinco ejes: estrategias y condiciones para el almacenamiento y preservación; conservación interventiva; gestión documental; capacitación; y difusión y articulación con la comunidad audiovisual regional e internacional. Preservar la memoria, los hechos, percepciones y sentidos de lo que acontece es algo esencial, ya que nos permite contextualizar nuestro presente, poner en perspectiva el futuro e identificar puentes de diálogo y convivencia a partir de la diversidad.
El acervo de la Cinemateca Nacional está constituido, principalmente, por producciones audiovisuales realizadas con subsidios otorgados por el INCAA, donaciones y materiales de universidades y otros países. Preserva alrededor de 10.000 películas tanto en formato analógico fílmico y videográfico, como en digital.
El INCAA impulsa la difusión y divulgación del material que conforma la Cinemateca Nacional en diversos festivales, ciclos y muestras de cine, con fines educativos y culturales, tanto en el país como en el extranjero.