La película I Swear se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Toronto con una propuesta que busca romper estigmas alrededor del síndrome de Tourette. Dirigida y escrita por Kirk Jones (Waking Ned Devine), la cinta rescata la vida real de John Davidson, diagnosticado en los años 80, cuando la condición aún era poco comprendida. Con un enfoque sensible y divertido, Jones convierte lo que muchos ven como un motivo de burla en una historia inspiradora que combina ternura, risas y reflexión.
El protagonista es Robert Aramayo, reconocido por su papel en The Lord of the Rings: The Rings of Power. En la trama, Davidson encuentra apoyo en Dottie (Maxine Peake), madre de un amigo, y en Tommy (Peter Mullan), quien le brinda una oportunidad laboral pese a los prejuicios que enfrentaba. “And for me, it was, it was just a dream as well. I think that they were all first choices. And you know, that doesn’t always happen,” expresó Jones sobre trabajar con un elenco de primer nivel, algo que Aramayo describió como una experiencia soñada.
Con el tiempo, Davidson pasó de luchar por sí mismo a convertirse en un portavoz activo del Tourette en el Reino Unido, liderando campañas de concienciación y educación. En 2019, su compromiso fue reconocido con la distinción MBE de la reina Isabel II. La película recrea este momento clave en una escena cargada de humor y emoción, donde un estallido inesperado termina robándose la simpatía de todos. “There’s a different kind of energy in that scene with the queen — there’s fun in the film,” comentó Aramayo, resaltando la importancia del tono ligero y esperanzador de la producción.
Para Jones, la autenticidad fue crucial: de los 90 actores del reparto, 30 tienen Tourette’s, algo que refuerza el compromiso del filme con la representación real. Tanto el director como Aramayo pasaron tiempo con Davidson y otras personas con el síndrome, profundizando en sus experiencias. “Most people have perhaps the wrong understanding of the condition. For both Rob and I, it was a really steep learning curve,” reconoció Jones. Aramayo, por su parte, destacó que no buscó una simple imitación, sino descubrir “el John dentro de sí mismo”, construyendo un retrato genuino y lleno de humanidad.