Jennifer Lawrence vuelve a abrir su corazón y reconoce que el proceso de estrenar una película sigue siendo uno de los momentos más angustiantes de su carrera. En conversación con V Magazine, la actriz reveló que, pese a su éxito, lanzar un proyecto a la mirada pública puede ser devastador. “He trabajado tan duro en algo, lo he amado profundamente, y luego el mundo simplemente dice: ‘¡Buuu! ¡Te odiamos!’. Es tan horrible”, confesó. Aun así, asegura que cada vez que inicia un nuevo rodaje se olvida momentáneamente de ese riesgo. “Soy muy afortunada, pero son unos meses realmente aterradores”, agregó.
La actriz también contó cómo su ansiedad impacta incluso su vida doméstica. Su marido, ajeno a la presión hollywoodense, intentaba calmarla sin entender la dimensión del miedo que ella siente. “Me decía: ‘Pero la película es increíble’. Y yo: ‘Lo sé, pero eso no importa. La gente podría no entenderla’. Él respondía: ‘Pero están equivocados’. Como si eso fuera a hacerme sentir mejor”, recordó Lawrence entre risas. Su sinceridad se da en plena campaña promocional de “Die My Love”, un intenso drama en el que interpreta a una madre que cae en la psicosis. Robert Pattinson encarna al esposo incapaz de ayudarla, bajo la dirección de Lynne Ramsay.
En las últimas semanas, Lawrence ha sorprendido por su honestidad extrema al hablar del estrés que le producen las giras de prensa. Ya en 2021 había contado a Vanity Fair que se retiró dos años de Hollywood porque sentía que “todo el mundo se había cansado de mí, y yo también me había cansado de mí”. Más recientemente, dijo a The New Yorker que comprendía por qué el público terminó por “rechazarla”, reconociendo que ella misma se encontraba “molesta” al ver entrevistas antiguas. “Era mi personalidad genuina, pero también un mecanismo de defensa. Decía cosas como: ‘¡No soy así! ¡Me hago popó en los pantalones todos los días!’… Veo esas entrevistas y esa persona es irritante. Entiendo por qué ver a esa persona en todos lados resultaba molesto”, admitió.
Mientras “Die My Love” continúa su recorrido por los cines, Lawrence parece atravesar un momento de reflexión profunda sobre su imagen pública y su relación con la audiencia. Su vulnerabilidad, lejos de debilitarla, la ha convertido nuevamente en una figura fascinante dentro de la industria. Con un papel exigente emocionalmente y una mirada más madura sobre su carrera, la actriz demuestra que sigue evolucionando tanto dentro como fuera de la pantalla.