A 35 años del estreno del clásico navideño “Home Alone” (Mi Pobre Angelito), su protagonista Macaulay Culkin y el director Chris Columbus se reunieron en el Museo de la Academia para una conversación histórica. Fue la primera vez que ambos discutieron públicamente sobre el filme que definió sus carreras. Entre anécdotas del rodaje, revelaron detalles sorprendentes, como el peligro real de las acrobacias: cada vez que los dobles de riesgo realizaban las caídas de las trampas de Kevin, el equipo pensaba que “estaban muertos”, lo que eliminaba cualquier gracia en el set hasta confirmar que estaban ilesos.
La dupla también fue brutalmente honesta sobre el legado de la franquicia después de su partida tras la segunda entrega en 1992. Columbus no se guardó nada al opinar sobre las secuelas posteriores: “Lo siento si insulto a alguien, pero la jodieron por completo. Empezó con Home Alone 3 y luego fue cuesta abajo; la 3 es algo así como la mejor del grupo de las películas malas”. El director criticó el uso de cables en las escenas de acción, argumentando que le dan un sentido falso a las acrobacias. Culkin, con su habitual agudeza, añadió una razón más simple para el fracaso: “Además, no nos tenían a nosotros”.
A pesar de su desencanto con las continuaciones, Culkin compartió una idea propia para una posible nueva película. Imaginó a un Kevin adulto, viudo y distanciado de su propio hijo, quien terminaría encerrándolo fuera de la casa y activando trampas contra él. “Creo que vería venir las trampas porque, ya sabes, soy el experto… La casa sería una especie de metáfora para volver a entrar en el corazón del niño”, explicó el actor. Sin embargo, Columbus se mostró escéptico sobre revivir la saga sin el elenco original completo, dudando que Joe Pesci (82 años) o Daniel Stern estuvieran interesados en regresar.
Para cerrar con un toque entrañable, Culkin contó cómo sus propios hijos no lo reconocen en la pantalla. “Ni siquiera la llaman ‘Home Alone’, la llaman ‘Kevin’. Dicen: ‘Wow, Kevin es muy gracioso’. Yo les digo: ‘También es guapo, alguien que podría gustarle a tu mamá'”, bromeó. Relató que intenta mantener la magia viva negando ser el personaje frente a ellos, aunque su pequeña sobrina ya lo descubrió. El evento concluyó con la icónica frase de la secuela: “Feliz Navidad, inmundos animales”.